Celebran la retirada del medallón de la discordia: un busto de Franco que exhibe la Plaza Mayor de Salamanca desde hace 80 años, pero que ya tiene los días contados.

Después de varios pleitos y peticiones rechazadas, la comisión de Patrimonio de la Junta de Castilla y León ha dado el visto bueno para descolgarlo. Sin embargo, no todo el mundo está de acuerdo con esta decisión.

"A mí me parece que es parte de la historia y eso nunca se puede negar", explica una vecina de Salamanca. "Soy profesora de Historia y pienso que si quitamos los símbolos nos quedamos sin nada", añade otra vecina.

El juez Baltasar Garzón ha querido asistir a un acto simbólico especialmente significativo para él, que investigó la desaparición de víctimas del franquismo hasta que fue apartado de la carrera judicial.

Los tribunales dan de esta forma la razón a la demanda que interpuso IU hace tres años. Reclamaban la aplicación de la Ley de Memoria Histórica, que obliga a la retirada de toda simbología franquista.

Todavía no se conoce la fecha exacta de su retirada, pero sí que ninguna otra figura histórica sustituirá a la efigie Franco. El hueco quedará vacío.