El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comparecerá ante el Pleno del Congreso de los Diputados para dar cuenta de la posición sobre el Sahara Occidental y el acuerdo alcanzado estos días con Marruecos. El portavoz parlamentario del PSOE, Héctor Gómez, ha afirmado en rueda de prensa que Sánchez "va a comparecer" el próximo miércoles, 30 de marzo.

El portavoz socialista ha justificado que Sánchez está "inmerso en la preparatoria, en la previa del Consejo Europeo", con un trabajo "muy importante" reuniéndose con otros líderes europeos de cara a una cumbre para la que percibe que "existe unidad de criterio en relación a las medidas a adoptar".

Fuentes gubernamentales han destacado que el plan de plan de Sánchez "siempre" ha sido comparecer. Por otra parte, Gómez ha asegurado que la posición del PSOE sobre el Sahara "ha sido clara históricamente y lo sigue siendo", pero a la vez ha constatado que "se está hablando de las relaciones con Marruecos".

Los grupos parlamentarios piden explicaciones

Precisamente, poco antes prácticamente todos los grupos parlamentarios habían exigido a Sánchez comparecer para explicar su postura sobre el Sáhara. Así lo pudo saber laSexta antes del anuncio de Héctor Gómez a través de las intervenciones de cada uno de los líderes y portavoces. Desde el PP, Alberto Núñez Feijóo ha reclamado "explicaciones" al jefe del Ejecutivo y le ha afeado que "rompa" el consenso en torno al Sáhara que había en este país y "con el PSOE" del pasado: "La política exterior es de Estado, no le pertenece a Sánchez, ni al Gobierno actual, ni al Partido Socialista actual que rompió con el PSOE anterior".

En Podemos, Pablo Echenique ha destacado que "es bastante obvio que el PSOE ha cambiado su opinión" y que "ahora apoya que sea una provincia más de Marruecos". "Por mucho que se utilice lenguaje diplomático, hay dos posiciones y el PSOE ha cambiado la suya", ha indicado el portavoz del grupo parlamentario de Unidas Podemos, que no obstante ha descartado el riesgo de ruptura dentro de la coalición por esta cuestión: "Ni por nuestra parte, ni, por lo que nos cuentan, por parte del PSOE". Más dura se ha mostrado la diputada de En Comú Podem en el Congreso, Aina Vidal, sobre el cambio de posición del PSOE en el conflicto del Sáhara.

"Todo nuestro apoyo al pueblo saharaui. Este giro es incoherente e imprudente con el sentido común de este país, que tiene lazos con el Sahara", ha subrayado Vidal, que ha afirmado que "la causa saharaui es más que una causa justa, amparada por el derecho internacional". Por ello, ha pedido "apoyar el diálogo y la negociación, y ser fieles con los Derechos Humanos". No ha sido la única: ÍñigoErrejón cree que se trata de "un inmenso error" y ve necesario "no ceder ante el chantaje de la monarquía marroquí". Sobre esto, ha remarcado: "Las políticas de Estado no se cambian así, no podemos enterarnos por un comunicado de Rabat".

A este hilo de reproches al comportamiento de la parte socialista del Gobierno en la cuestión saharaui se ha unido Gabriel Rufián, a quien le "resulta muy difícil entender que se haga este movimiento sin beneplácito de Argelia". Y ha destacado: "Creo que la reacción de Argelia ha sido la esperable, pero tampoco poniendo el grito en el cielo. Con esta posición, España tiene más control de la valla, producción solar en Marruecos y el visto bueno de Estados Unidos". No obstante, el portavoz de ERC ha advertido: "No podemos abandonar a un pueblo en mitad del desierto sin dar explicaciones".

Compromís, Bildu y Cs se unen a las críticas

En cuanto a Compromís, Joan Baldoví ha lamentado "este cambio de posición que deja atrás muchos años de una posición sólida sobre el Sáhara". Y ha denunciado que muy pocos conocían esta información: "Parece que aquí no lo sabía nadie. Ni sus socios, ni los aliados que hacemos posible el Gobierno ni Argelia". En este sentido, le ha recordado a Sánchez que aunque "la política exterior es de su competencia, no tiene mayoría absoluta y este cambio de posición se debe votar en el Congreso".

En Bildu, Mertxe Aizpurua se ha mostrado tajante: "No se pueden cerrar los ojos ante la vulneración de derechos en el Sáhara ni abandonar a los saharauis. El Gobierno no es un actor más, sino un responsable directo. Rehuir de su responsabilidad sería aceptar el chantaje marroquí. Finalmente, Edmundo Bal ha criticado duramente al Gobierno tras afearle este cambio de postura: "Nadie se cree a este Gobierno. Vaya volantazo tras 47 años. Hacerlo de espaldas a los ciudadanos, al parlamento, a otros países...".

"Esto hace que el nombre de España sea bochornoso. La credibilidad de nuestro país se pone en entredicho", cree el portavoz de Ciudadanos, que ha reiterado que el presidente "no puede resguardarse de forma cobarde". Como Baldoví, Bal ha recordado que "la postura del gobierno en materia internacional tiene que respaldarla el Congreso de los Diputados. No puede por su cuenta actuar y más tras 47 años de una política sobre el Sahara. Es una política de Estado y hay que adoptarlo con la oposición y explicarlo".