Ni se ha salvado la Navidad, ni se ha evitado la tercera ola, ni se ha mitigado su impacto. Es más, España vive sus peores días por la pandemia de COVID-19 en cuanto a contagios se refiere.

Echemos la vista atrás. Hace justo un mes, el 15 de diciembre de 2020, España registraba una incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes que no superaba los 200 casos (198,77). Ahora, esa incidencia acumulada se ha triplicado hasta llegar a su máximo (575,10).

Ese 15 de diciembre, Sanidad registraba un incremento en el total de contagios de 10.328 personas, cifra que prácticamente se ha multiplicado por cuatro el 15 de enero de 2021 (40.197).

Y es que es ahora cuando se ven lo efectivas -o no- que fueron las medidas adoptadas por las distintas comunidades autónomas en Navidad, en las que, salvo por las restricciones en las reuniones sociales y el cierre perimetral, apenas plantearon medidas severas para frenar los contactos, aumentando los toques de queda más allá de las 00:00 horas en Nochebuena y Nochevieja.

Tomando como ejemplo Extremadura, comunidad autónoma con una mayor incidencia acumulada ahora mismo (por encima de los 1.200 casos por cada 100.000 habitantes), allí se aprobaron medidas como limitar las reuniones sociales a seis personas, el cierre de locales de hostelería y restauración en varias zonas, incluyendo Cáceres y Badajoz, y limitando el aforo de los centros comerciales.

El aviso de Fernando Simón

Hubo medidas, sí, pero también hubo mucho movimiento y mucho contacto social en unas fechas en las que se pedía ser más prudentes que nunca. En esta línea apuntaba Fernando Simón en su intervención del lunes, cuando afirmaba que "hemos pasado la Navidad mejor de lo que podíamos o debíamos".

Viendo los últimos informes de Sanidad, no es de extrañar que lance un aviso, también teniendo en cuenta que la cifra de fallecidosdiarios sigue sumando con tres dígitos pese a ser la única cuya evolución está en descenso según las gráficas.

"Vamos a pasar semanas complicadas", avisaba. Ese aviso se está cumpliendo; ahora queda ver si se cumple su otra advertencia: "Si somos todos conscientes y somos solidarios y las instituciones hacen su trabajo podemos evitar confinamiento".

Y es que esa palabra, 'confinamiento', amenaza de nuevo con aparecer en la realidad de las comunidades autónomas más afectadas. Antes de llegar a ese extremo, algunas regiones han apostado por adelantar sus toques de queda, como es el caso de Madrid, Galicia o Aragón.

Otros casos, como el de Castilla y León o Euskadi, han planteado escenarios de toque de queda a las 20:00 o incluso a las 18:00 horas. La respuesta del Gobierno ante esto ha sido clara: el toque de queda deberá empezar, como pronto, a las 22:00 horas. Al menos con el Real Decreto que rige el estado de alarma actual; si se quisiese otro horario, habría que modificar ese decreto.

Los expertos lo tienen claro. Según el doctor César Carballo, jefe adjunto del Hospital Ramón y Cajal, aseguraba en Al Rojo Vivo que "es imposible frenar esto de una manera que no sea confinando".

"Las aguas residuales nos dicen que los casos se han duplicado. Nos dicen que en siete días vamos a tener muchos más", aseguraba, una línea que también seguía José Antonio López Guerrero en Más Vale Tarde.

"A la larga, un confinamiento de una o dos semanas más estricto permite salvar mejor la salud y la economía que jugar a ir siempre al baile que nos está marcando el virus", opinaba.

¿A las puertas de un nuevo confinamiento?

De momento, se desconoce si esa posibilidad está sobre la mesa del Ejecutivo. Este viernes, el ministro José Luis Ábalos descartó aplicar un confinamiento como el de los meses de marzo y abril de 2020, alegando que "hay muchas formas de hacer confinamiento".

Algunas formaciones ya se han movido en las últimas horas y han pedido al Gobierno medidas más duras ante el incremento de contagios. Es el caso de Ciudadanos, que, en palabras de Inés Arrimadas, ha pedido decretar "un confinamiento inteligente" ante la "dramática" situación que vive España.

A esto hay que sumar que ahora España se encuentra sumida en plena campaña de vacunación contra la COVID-19, cuyos resultados todavía están por ver y que ha contado con muchos problemas en los primeros días desde que las primeras dosis llegasen antes de que 2020 llegase a su fin.

Es decir, ni la vacuna va a reducir de forma significativa estos contagios por el momento, ni se sabe si los datos que hemos conocido este viernes son el nuevo pico de la pandemia, ni si el frío por la borrasca Filomena influirá en las próximas semanas en un nuevo incremento de los casos.

En los próximos días, queda esperar a nuevas medidas por parte de las comunidades autónomas más allá del toque de queda. El fin de semana, sin informe diario del Ministerio de Sanidad, no parece que vaya a ofrecer un respiro. Las vacunas representaban el principio del fin, pero queda claro que el fin de la pandemia todavía está lejos de llegar.