El único condenado por el triple crimen de las niñas de Alcasser ha pasado la primera noche fuera de la cárcel tras 21 años en prisión. No se dirigió a Valencia, sino que cogió un tren dirección Jaén.

A su salida del penal mantuvo el rostro siempre tapado, pero el paso de los años le ha cambiado y el diario 'La Razón' publica su imagen actual.

Ricart tiene ahora 44 años y hace más de 20 que ingresó en prisión. 'El Rubio de Catarroja' ya no lo es, y en su rostro el tiempo también ha dejado huella

Un rostro que ocultó muy bien a su salida de la cárcel. Sin contestar las preguntas de los periodistas, Ricart cogió un taxi rumbo a la estación de tren de Manzanares, allí varios agentes de la guardia civil lo custodiaban.

Mientras espera, el asesino de las niñas de Alcasser se coloca el gorro y el pasamontañas, no quiere que se le vea ni un centímetro de piel de su rostro. Sólo se escuchaba su respiración.

Y se subió a un tren con destino Jaén. Miquel Ricart fue condenado a 170 años por el secuestro, violación y asesinato de las niñas Miriam, Toñi y Desiré.

Tras la derogación de la 'Doctrina Parot', la Audiencia de Valencia lo ha dejado libre porque considera que ha cumplido sus penas. Los familiares de las niñas están consternados.

Su excarcelación va a ser recurrida este lunes por la abogacía del Estado. Nunca se sometió a ningún tratamiento para agresores sexuales. Y los expertos dicen que podría reincidir. Mientras tanto, Miquel Ricart ya está en la calle.