Tras el no de la CUP a Mas, así queda el Parlament: los 62 diputados de Junts Pel Sí apoyarían la investidura de Mas mientras los 63 diputados de Ciudadanos, PSC, Catalunya Sí que es Pot y Partido Popular se opondrían, mientras que los 10 diputados de la CUP se abstendrán en bloque.

El no de la CUP abre un abanico de incógnitas sobre el futuro del Gobierno de la Generalitat. Para evitar concurrir a unas nuevas elecciones, se podría plantear un candidato alternativo a Artur Mas, lo cual sería difícil que CDC cediera en este punto.

"En un momento en el que el partido está tan débil, renunciar a su líder se ve como una humillación que no están dispuestos a aceptar", afirma Berta Bernat, politóloga.

"Pero a Convergencia ahora mismo tampoco le interesa ir a elecciones. Las elecciones españolas demostraron que, electoralmente, le puede salir muy mal la jugada", prosigue Bernat.

Entre los nombres posibles estarían Oriol Junqueras o Raül Romeva. Otro obstáculo para Convergencia que no estaría dispuesta a aceptar a un candidato que no fuera de su partido.

Si no se llegara a un acuerdo, se volverían a repetir los comicios. Se complican las posibilidades de que Junts pel Sí mantenga como coalición. A ERC, que saldría reforzada de esta crisis, le convendría electoralmente presentarse por su cuenta.

En cuanto a Junts pel Sí, Berta Bernat lo tiene claro. "Parece poco probable que se repita la fórmula porque es probable que ERC quiera ir solo. Habrá que ver que hace CDC", afirma.

Un riesgo para la CUP que podría perder los votos que recibió de los independentistas por no haber acelerado el proceso soberanista, los cuales podrían acabar en Esquerra. Si la semana próxima no hay investidura el 10 de enero se convocarán nuevas elecciones que se podrían celebrar el 6 de marzo.