El hombre que compró el ático de lujo de Ignacio González en Marbella ni siquiera lo vió. Lo compró desde Estados Unidos, por teléfono. Lo contó él mismo a la juez, a partir de los testimonios que recoge el portal Web 'Infolibre'.

La mujer que enseñaba el piso reconoció que, justo antes, la mujer de González lo había visto un par de veces y confesó que le gustaba mucho. La Justicia investiga si ese ático fue un regalo. 

Según le han contado el primer dueño y su agente inmobiliaria a la juez de Estepona, el ático en cuestión llevaba más de dos años sin poder venderse. Hasta que un día de 2008, Lourdes Cavero, esposa de González, se interesa por él. Lo visita "un par de veces" pero no lo compra.

Poco tiempo después, Rudy Valner, testaferro de profesión, cierra la compra por teléfono, desde Estados Unidos, en nombre de una sociedad.

"Tuvo un papel bien peculiar: compró un ático a distancia, sin verlo, llegó a la notaría de Madrid y puso sobre la mesa un cheque de 650.000 euros", explica Manuel Rico, periodista de 'Infolibre'. Por su parte, José Manuel Sánchez Fornet, del Observatorio de la Ciudadanía contra la Corrupción, señala que "casualidades con 800.000 euros de por medio no existen."

Las acusaciones populares tampoco creen en coincidencias. "Creo que alguien le dijo que compara el piso. Y nadie vende un piso así sin conocer al comprador y sin más garantía que la personal ¿no?", considera Javier Carnerero, abogado del Sindicato Unificado de Policía.

El propietario aseguró ante la juez que "se fió" de Valner porque le "inspiró confianza". Las acusaciones - el Sindicato de Policía y PSOE- sospechan que sabía que los destinatarios de la vivienda eran otros.

El presidente de la Comunidad de Madrid siempre ha dicho que alquiló este ático de lujo a la Sociedad Coast Investors en 2008, y que no fue hasta cuatro años después cuando él y su mujer lo adquirieron por 770.000 euros.

Un informe de la Fiscalía Anticorrupción publicado por el diario 'El Mundo' el año pasado apuntaba a que este ático pudo ser un regalo de un empresario al presidente madrileño.

La investigación se centra ahora precisamente en averiguar quién puso de verdad el dinero para esta compra.