Rajoy comparecía para negar todas las informaciones publicadas en la prensa. Las tildaba de infamias y de apócrifas, es decir, de fingidas o inventadas.
"No sé cuáles eran ni cuáles son las intenciones. Ni quién manipula los datos y los filtra", decía Rajoy, que habla, para ir más lejos, de intencionalidad.
Sin embargo, los datos aparecen negro sobre blanco en 'El País'. 14 páginas que arrojan dudas sobre las declaraciones del presidente y 'el Mundo' destapó el escándalo de los papeles de Barcenas.
Rajoy defendió su inocencia a capa y espada, pero desde otras fuerzas políticas le exigen que si no hay nada dudoso, comparezca. Para el coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, "Si está limpio, Rajoy no tendrá problema en convocar un pleno extraordinario".
La falta de transparencia que quedó patente tras su intervención ante la ejecutiva del partido. Los periodistas la siguieron a distancia, por televisión y sin posibilidad de hacer ninguna pregunta.