Pablo Iglesias seguirá la misma línea durante el debate de investidura insistiendo en su oferta al PSOE preguntando si se puede entender que no hablen "del escenario posterior al fracaso de Rajoy en el Congreso".

Pero esta estrategia no es buena, ya que es algo que ya hizo en el anterior debate de investidura, cuando se dirigía a los socialistas recordando que "ya podríamos tener gobierno, hemos tenido la mano tendida".

Lo que deja en el aire Iglesias es el tono que utilizará durante su intervención. "Los regalos hay que abrirlos el día de Reyes, no antes", bromeaba Iglesias, que no deja claro si esta vez dejará atrás la dureza del anterior debate, donde llegó incluso a referirse a la "cal viva".

Durante meses, Iglesias le ha repetido a Sánchez una misma frase, que "los números dan", y a eso unirán en el discurso un 'no' rotundo al PP y al que llaman "pacto de la indignidad" entre los populares y Ciudadanos.

Reconocen la dificultad, pero pedirán otra vez un pacto con el PSOE, el que hace cinco meses llamaron el "pacto del beso". Iglesias prepara ahora las formas de un discurso en que le hará de nuevo la misma petición.