Fuertes discrepancias

Mucha tensión y poco acuerdo: la Conferencia de Presidentes no deja consenso en vivienda, educación y migración

Los detalles Solo cinco comunidades autónomas, ninguna del PP, quiso firmar la propuesta de vivienda presentada por la ministra Isabel Rodríguez, mientras un día después todas las miradas siguen puestas en una sola persona: Isabel Díaz Ayuso.

 La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, antes del inicio de la XXVIII Conferencia de Presidentes
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La Conferencia de Presidentes tenía muchos objetivos. Había que llegar a acuerdos en materia de migración, educación y, principalmente, vivienda. Pero, pese a ello, la tensión imperó por encima de todo en un encuentro que, más allá del desplante de Isabel Díaz Ayuso por el uso de las lenguas cooficiales, no ha habido ningún acuerdo consensuado unánimemente.

Este sábado nadie habla ya de los acuerdos, los 13 presidentes y sus propuestas han quedado en segundo plano y las miradas de centran en Ayuso por su desplante. Un gesto que Mónica García ha tachado de programado. Parece que para el PP lo que importaba era el idioma en el que se comparecía. Y pese a la insistencia de Ayuso en decir que España no es una nación "plurinacional", su líder, Alberto Núñez Feijóo, no ha dudado en lanzar este sábado unas declaraciones en las que aseguraba que "el idioma es un riqueza".

Por su parte, Isabel Rodríguez, ministra de Vivienda, llegaba este viernes al encuentro con el objetivo que "la vivienda sea considerada un bien esencial". No obstante, no encontró apoyo por parte de todas las comunidades autónomas: "Falta voluntad política. Solo ha sido admitido inequívocamente por cinco comunidades autónomas".

En este sentido y ante la falta de acuerdo, el PSOE ha anunciado que presentará mociones en ayuntamientos y parlamentos para presionar al PP para que acepte la ley de vivienda.

"Me río por no llorar"

Esas cinco autonomías son País Vasco, Cataluña, Navarra, Asturias y Canarias. Es decir, ninguna del Partido Popular. El acuerdo implica sumar 4.500 millones a la inversión en vivienda pública los próximos cinco años. "Gobiernos responsables que no han dudado: ante la emergencia acción, determinación y presupuesto", mostraba su conformidad con ellas la ministra de Vivienda.

"Cuando la vivienda no es un derecho y pasa a ser para algunos un bien de mercado, hay que intervenir el mercado", lamentaba Salvador Illa, president catalán, de los presidentes autonómicos que no apoyaron la idea del Gobierno.

Mientras, el resto de los territorios en manos del Partido Popular prefería criticar la propuesta socialista. "Una política de vivienda intervencionista, cargada de ideología, que desprecia la propiedad privada", calificaba María José Sáenz de Buruaga, ministra de Cantabria.

En migración, directamente, ya no hay ni intentos. "Me río por no llorar. No podemos contar con ellos porque ellos (miembros del PP) no quieren una respuesta solidaria a esta población vulnerable", lamentaba Ángel Víctor Torres, ministro de Política Territorial.

Tampoco hubo acuerdo en educación. Porque todos llegaron de la Conferencia de Presidentes hablando de voluntad, pero, a la hora de la verdad, pocos están dispuestos a ceder en nada.