En la Conferencia de Presientes
Las lenguas autonómicas, la nueva grieta en el PP que enfrenta a Ayuso con parte del partido
Las consecuencias La protesta de Ayuso contra las lenguas autonómicas reaviva la división interna del PP, mostrando un conflicto profundo que va más allá de la política y amenaza la cohesión de un partido ya fragmentado.

Este viernes la Conferencia de Presidentes autonómicos no sirvió para mucho: no hubo acuerdo sobre vivienda ni sobre migración. Pero sí hubo mucho espectáculo gracias a Isabel Díaz Ayuso.
La presidenta de Madrid llegó con una amenaza clara: se levantaría y se iría si alguien hablaba en una lengua distinta al castellano. Y lo hizo… pero solo con el lehendakari Imanol Pradales Gil y el president Salvador Illa. Eso sí, escuchó sin problemas el gallego de Alfonso Rueda, el balear de Marga Prohens o el saludo en valenciano de Carlos Mazón. ¿Qué pensarán estos líderes de que Ayuso les haya "boicoteado" solo a algunos? ¿Y qué dirán los líderes del PP en Euskadi y Cataluña? ¿Y Feijóo, que volvió a quedar en segundo plano?
Dentro del PP hay bastante malestar, y no es un secreto. Hay quienes lo han dicho alto y claro: el partido está dividido sobre cómo manejar el tema de las lenguas autonómicas. La duda no era si Ayuso cumpliría su amenaza, sino qué harían los demás presidentes. Y ninguno la siguió: todos se quedaron sentados, y algunos, como Prohens o el andaluz Juan Manuel Moreno Bonilla, usaron los famosos pinganillos que Ayuso critica tanto.
Desde Génova el mensaje fue unánime: respeto a lo que cada uno decida, pero no todos apoyan el gesto de Ayuso. Rueda, en gallego, presumió de tener dos lenguas, lanzando un pequeño dardo a la presidenta. Y el equipo de Prohens, con ironía, dijo que ella "no busca la confrontación, como Ayuso".
Curioso que Ayuso sí permitió saludos breves en lenguas cooficiales, pero se fue cuando comenzaron las intervenciones largas en esos idiomas. Estuvo más de 20 minutos fuera desde que arrancó el discurso del lehendakari en euskera, hasta que Rueda pasó del gallego al castellano. Pero se quedó sentada durante la apertura a cargo de Illa, la intervención breve de Prohens en catalán, el inicio del discurso de Mazón en valenciano o cuando la presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite habló en euskera.
Para Ayuso, la línea roja son los saludos breves en lenguas cooficiales, sí; pero discursos largos, no.
¿Qué le pasa al PP con estas lenguas? Pues que está metido en la guerra que ha abierto Vox contra ellas. El PP ha acompañado a Vox para frenar su uso en el Congreso, tumbar su extensión al Senado y presionar en Bruselas para que no salga adelante uno de los compromisos de Sánchez con los independentistas. Todo como si las lenguas cooficiales amenazaran el castellano, cuando el líder actual del PP siempre ha sido un defensor del gallego.
Así que mientras no se resuelven los problemas importantes, como la vivienda o la migración, Ayuso y la bronca con las lenguas copan el protagonismo en esta Conferencia de Presidentes.