La imputación de Cotino estaba cantada, según la oposición. Mónica Oltra cree que "se está investigando a uno de los políticos más siniestros y que más explicaciones tiene que dar. Su nombre aparece en todas partes".
Le salpican el caso Brugal, el Gürtel y el amaño de los parques eólicos entre otros, pero lo más sangrante para los socialistas, son los más de 1.000 millones de euros que sus empresas familiares han conseguido en los últimos años de la Generalitat.
El 'Encuentro de las Familias' es lo que de momento pone nombre a las sospechas sobre Cotino: malversación, tráfico de influencias, prevaricación por los macrocontratos de Canal 9 durante la visita del Papa en 2006 y otro de cohecho por un abrigo que le habría regalado el 'Bigotes'. Imputaciones tan graves, que al presidente valenciano le ha faltado tiempo para tomar medidas.
El hombre que lo ha sido todo en los gobiernos populares valencianos también tenía un agujero en la mano, según la oposición. Se trata de la caja fija, ese bote que las comunidades autónomas tienen a mano para gastos urgentes y extraordinarios, como por ejemplo, tres huevos Kinder o un rollo de papel higiénico que en un momento dado necesitó la consellería de Cotino.
O dos figuras de las Carmelitas Descalzas que costaron casi 1.000 euros a los espléndidos valencianos, como demuestra la factura a la que ha tenido acceso laSexta Noticias. O una habitación de hotel en Alicante de más de 500 euros la noche para la número dos de la consellería de Cotino.
Ahora, además de penas, PSOE y Compromís esperan que se devuelva el dinero que consideran robado.