La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha rechazado de plano la propuesta diseñada por Justicia para reformar la ley del solo sí es sí porque, a su juicio, somete de nuevo a las víctimas a un "calvario probatorio", obligadas a demostrar "las heridas, las marcas de la violencia en el cuerpo".

"Estamos en serio riesgo de volver al Código Penal de La Manada, el de la violencia y la intimidación", ha asegurado en la sesión de control del Senado. A preguntas del PP, que ha acusado a la titular de Igualdad de "soberbia" y de "mentir a la españolas", Montero ha defendido que "la mayoría de los jueces están aplicando bien la ley". Como muestra, el hecho de que ayer la Audiencia de Navarra rechazara rebajar la pena a uno de los condenados por La Manada.

Montero ha defendido que la ley del 'sólo sí es sí' protege a todas las víctimas, al 8% que denuncia y al 92% restante que no. "El problema que teníamos en este país hasta el 'solo sí es sí' no es que los jueces rebajen penas a los agresores sexuales, es que la mayoría de los agresores sexuales no han pisado un juzgado en su vida", ha dicho la ministra.

Ya en declaraciones a los periodistas a su llegada al Senado, Montero ha respondido de forma clara, pero sin citarla, a la ministra de Justicia, Pilar Llop, que esta mañana ha señalado que es "muy sencillo" probar la existencia de violencia o intimidación en una agresión sexual, "porque con una herida ya se puede probar que ha habido violencia".

"Que todas las mujeres sepan que sabemos que no es fácil probar la violencia o la intimidación", ha asegurado Montero. La titular de Igualdad ha reconocido que se está ante un momento "difícil" porque la reforma propuesta por los socialistas supone "un posible retroceso en derechos de las mujeres".

"Que todas las mujeres de este país sepan que vamos a trabajar para preservar el consentimiento como centro del Código Penal y para no volver a ese Código Penal de La Manada, basado en la violencia o la intimidación, que suponía que a las mujeres les preguntasen si habían cerrado bien las piernas o si se habían resistido", ha dicho. A su juicio, ese calvario probatorio acabó con la ley del solo sí es sí y es necesario preservar que sea el consentimiento lo que defina la existencia o no de una agresión sexual.

La reforma planteada por Justicia y el grupo socialista plantea crear un tipo agravado de agresión sexual cuando exista violencia o intimidación. Igualdad propone que se consideren circunstancias agravantes, dejando sin tocar el tipo penal basado en el consentimiento expreso.

Por su parte, la ministra de Hacienda y vicesecretaria general de los socialistas, María Jesús Montero, ha defendido que la norma es "una magnífica ley", pero con "efectos indeseados", como dijo el mismo presidente Pedro Sánchez esta mañana en el Congreso. "Es una cuestión técnica y el Ministerio de Justicia es el competente, que tiene a las personas expertas y el que puede dar una mejor garantía", ha defendido en los pasillos del Senado.

Además, ha apuntado que su partido está abierto a alcanzar acuerdos con UP y con el resto de socios de investidura "para garantizar algo que compartimos: el consentimiento y evitar las rebajas de penas". "Con esos dos objetivos cumplidos, ojalá sea unánime", ha señalado.