Manuel Chaves llegaba al juzgado de Sevilla para declarar por el caso de los ERE ya sin el aforamiento del Supremo. Un paseíllo entre abucheos que también ha escuchado el otro expresidente andaluz, José Antonio Griñán. Ante el juez, Chaves se ha remitido a lo que ya dijo en el Supremo, que "nunca jamás se han adoptado se ha adoptado en el Consejo de Gobierno ninguna decisión ilegal".

Y lo mismo ha hecho Griñán, que dice que "hubo un gran fraude y eso significa que algunos de los controles pudieron fallar". Una vista, ya no en el Supremo, sino en un juzgado ordinario que para el abogado de Griñán  buscaba compensar los casos de corrupción del PP.

La tardanza en la investigación ha hecho que dos implicados hayan sido exculpados porque desde que recibieron el último pago, de menos de 450.000 euros, han pasado más de diez años hasta que les han imputado. Algo que podría pasar con otras 12 personas, aunque fuentes jurídicas niegan una prescripción masiva.