El protocolo manda, pero esta vez se ha encargado de marcar distancias con la alcaldesa doblemente imputada. Algunos vecinos se encargaban a primera hora de recordar a Castedo que no era bienvenida: "¡Vete a tu casa. Eres una vergüenza!", le gritaban a las puertas del acto.

La foto del rápido y tímido saludo de Sonia Castedo con el rey de España ha sido casi imposible de captar. Un poco más efusiva ha sido la ministra de Empleo, Fátima Báñez, y el presidente de la Generalitat, con el que apenas ha cruzado una mirada.

Este año, por primera vez, el alcalde de la ciudad que acoge la cumbre no interviene en ella. Hace sólo un año la alcaldesa de Jérez participaba en el discurso inaugural y ocupaba un sitio privilegiado a sólo una silla de separación del entonces príncipe de Asturias. A Sonia Castedo le separaban hasta cuatro autoridades del monarca.