El Ministerio Público le atribuye un delito de descubrimiento y revelación de secretos y pide a su vez tres años de cárcel para su mujer, Gema Isabel Alcalá Garcés, y para el periodista Carlos Mier -que trabajaba en el medio digital que dirigía ésta y quien presuntamente fue el autor de la grabación- al considerarles cooperadores necesarios de Villarejo.