El empresario Alfonso García Pozuelo, expropietario de Constructora Hispánica e imputado en el caso Gürtel, ha manifestado su arrepentimiento por los delitos que se le atribuyen y ha reconocido el pago de comisiones a la trama a cambio de adjudicaciones en Pozuelo de Alarcón (Madrid).

Así consta en el escrito de defensa que ha presentado ante el Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional el que, con su reconocimiento de los hechos de los que le acusa la Fiscalía Anticorrupción y que asume como "ciertos", puede ser considerado el primer arrepentido de la trama Gürtel.

A través de este escrito, el empresario pretende conseguir una rebaja de la pena de cuatro años y medio de cárcel por un delito continuado de cohecho, así como una multa de 141.227 euros y nueve años de inhabilitación para empleo o cargo público por prevaricación continuada a título de inductor, que pide para él la Fiscalía Anticorrupción.

Por la confesión de la comisión de esos delitos, el constructor invoca la aplicación de la atenuante por reconocimiento de los hechos y arrepentimiento, que conllevaría la rebaja de la pena solicitada por el fiscal a la mitad (dos años de cárcel), así como de la multa, que quedaría en 56.491 euros, y de la inhabilitación, que pasaría a ser de dos años y medio.

No obstante, con el objeto de evitar su ingreso en prisión, propone que se le sustituya la cárcel por una multa de 432.000 euros. Como prueba de esa intención de tratar de conseguir "la reparación del daño que pudiese acreditarse", el escrito de defensa recuerda también que García Pozuelo ya abonó "como medida cautelar" el pago de la multa (141.227 euros) que el juez Pablo Ruz acordó en el auto de apertura de juicio de oral por hechos de la primera época de Gürtel (1999-2005).

La Fiscalía acusa a García Pozuelo de haber abonado comisiones al presunto cabecilla de Gürtel, Francisco Correa, a cambio de que éste intermediara a favor de su empresa para conseguir adjudicaciones públicas en Pozuelo, cuando era alcalde el también imputado Jesús Sepúlveda, exmarido de Ana Mato. Por su intermediación en las adjudicaciones, Sepúlveda, según Anticorrupción, percibió "como mínimo", entre 1999 y 2005, un importe total de 668.391 euros, de los que 449.017 fueron en efectivo, 50.331 en viajes y otros servicios.

También recibió regalos destinados a sus hijos y a su entonces cónyuge, Ana Mato (por lo que se la ha incluido en este proceso como partícipe a título lucrativo), vehículos y trabajos en campañas electorales municipales. "De este modo, (Sepúlveda) facilitó la concesión de adjudicaciones públicas a Constructora Hispánica SA -presidida y gestionada por el acusado Alfonso García-Pozuelo- y a empresas del grupo de Francisco Correa", afirma la Fiscalía en su escrito de acusación.

En concreto, Constructora Hispánica resultó adjudicataria en marzo de 2008 del proyecto de remodelación y acondicionamiento del camino de las Huertas y también beneficiada de una subcontrata relacionada con el proyecto de obras de operación asfalto de 2004 a una UTE (unión temporal de empresas), todo ello en la localidad de Pozuelo.

Por la primera adjudicación, García Pozuelo pagó a Correa una comisión de 49.591 euros, correspondiente al 3 % del contrato, y por la segunda abonó al cabecilla de la red 15.900 euros. Aunque Anticorrupción no acusa a García Pozuelo por estos hechos, el escrito de acusación refleja el "reparto de fondos de Alfonso García-Pozuelo" presuntamente a cambio de otras adjudicaciones.

Así en febrero de 2002, el empresario entregó 925.560 euros, de los que 270.000 euros fueron para Luis Bárcenas, 90.150 para el exdiputado del PP Jesús Mericno y 471.245 euros para Correa. En diciembre de 2003, la entrega fue de un total de 600.000, que se repartieron entre Bárcenas (330.000) y Correa (270.000).