Llegó el día para Rajoy, el de su primer debate a cuatro. El principal consejo de su equipo para la cita es que frente al ataque exhiba su vena más natural y socarrona. Esa de la que hizo gala, por ejemplo, en el debate de investidura de Pedro Sánchez.

Al presidente en funciones también le han recomendado que saque partido a la baza de la experiencia y la estabilidad.

Ese será uno de sus objetivos, al que contribuyen sus compañeros del PP diciendo que "algunos no habían nacido cuando otros nos esforzábamos por tener un sistema sanitario", dice la ministra de Fomento en funciones.

Para ello, Rajoy no rehuirá el enfrentamiento con Pablo Iglesias, pero la pauta es clara: alejarse del insulto para que prime el proyecto.

También buscará identificar a Podemos con Grecia y el extremismo. El presidente ha pedido colocarse a la izquierda del espectador y cerrar con un tema del que presume, la economía.