El coronavirus "no es una cosa de mayores, también de jóvenes. Sed conscientes, no es una broma". El mensaje de Marc Gil, de 34 años y técnico de ambulancias, es muy contundente. Cree que se contagió trabajando. Empezó con síntomas leves y no tenía patologías previas, pero la situación se agravó.

"Se complicó la cosa con un tromboembolismo pulmonar y dos paros cardiacos", recuerda Marc. Empezó a tener dificultades para hablar y para moverse. Son las secuelas que le ha dejado el coronavirus. Ahora, tras 90 días ingresado, 60 de ellos en la UCI, ya está en casa.

Marc ha aprovechado su regreso para advertir a los jóvenes de que no se confíen y se protejan: "Para los jóvenes que se piensan que no es para ellos: no es así, también lo cogemos". Cumplió los 34 años en el hospital, por eso nos pide que todos tengamos en la cabeza que el virus no entiende se edades.