Malta, los Fiordos noruegos, Canarias... ¿cuál será el destino de las vacaciones privadas de la Familia Real dentro de unos días? La respuesta desde el Palacio de la Zarzuela es siempre la misma y no sirve para sacar de dudas a la opinión pública, ávida de este tipo de información. "No forman parte de la agenda oficial y, por tanto, no tenemos ese dato", suelen repetir. Y es que han sido contadas las ocasiones en las que ha trascendido el lugar elegido por el rey Felipe, su mujer, doña Letizia, y sus dos hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, para pasar unos días de asueto antes de retomar sus compromisos institucionales y, en el caso de la princesa de Asturias, hacer las maletas y poner rumbo a Gales, donde cursa sus estudios. Al UWC Atlantic College volverá en menos de un mes.

Desde que Felipe VI sucedió a su padre, don Juan Carlos, en el trono, tanto él como su esposa instauraron una nueva tradición: después de visitar la isla de Palma de Mallorca y de protagonizar allí una sucesión de actos oficiales ponen rumbo a un lugar desconocido, las verdaderas y auténticas vacaciones, tal y como las considera doña Letizia. Las únicas ocasiones en las que los ciudadanos han tenido constancia del destino real ha sido porque algún turista o testigo lo ha confirmado, normalmente dejando tras de sí un testimonio gráfico.

Los destinos que sí sabemos

Ocurrió en 2012 con Roma -las fotografías de la boda de Telma Ortiz y Jaime del Burgo les delataron-, en 2013 con la Costa Amalfitana, en 2015 -les vieron cogiendo un avión en Estambul con destino a Italia- y en 2016, cuando varios ciudadanos aseguraron haberse cruzado con ellos en Croacia. A mediados de agosto, habrían alquilado allí una goleta turca llamada 'Dolce vita' al precio de 32.000 euros.

Un año después fueron los atentados de Barcelona y Cambrils los que obligaron a Felipe VI y su familia a finalizar de manera precipitada su descanso estival en la Costa Azul francesa. Y en 2018 se especuló con la posibilidad de que Grecia, y más concretamente Mykonos, hubiera sido el destino elegido.

De lo que no cabe duda es de que el Mediterráneo y el Algarve portugués son los lugares que en más ocasiones han frecuentado por estas mismas fechas. En el país vecino cuentan con unos grandes amigos que ponen a su disposición un alojamiento en el Castillo de Sao Joao de Arade, en Ferragudo. Se trata de Vasco Manuel de Quevedo Pereira Coutinho e Isabel María de Carvalho. Todo apunta a que, debido a la situación política y económica que vive en estos momentos España, la Familia Real optará por un destino cercano, con buena comunicación -que les permite un retorno rápido- y con playa. Portugal y el Mediterráneo, por lo tanto, vuelven a formar parte de la quiniela más probable este verano.

Más transparencia en el resto de Europa

Nuestro país es, de hecho, uno de los destinos preferidos para las Familias Reales del Viejo continente. Es frecuente ver a los hijos de Carolina de Mónaco o a Haakon y Mette-Marit de Noruega disfrutar de las veleidades de las islas Baleares. No lo esconden. Es más, en ocasiones protagonizan relajados posados familiares. Tampoco lo hacen Felipe y Matilde de Bélgica, que a menudo se dejan ver realizando el Camino de Santiago.

La Familia Real sueca opta, sin embargo, por Saint Tropez y por Solliden, en la isla de Öland. Federico y Mary de Dinamarca se decantan por el Castillo de Grasten y el de Marselisborg (Aarhus). La reina Isabel II de Inglaterra es algo más conservadora. Para su familia el Castillo de Balmoral y el de Birkhall son una tradición inquebrantable. Aunque también lo es Mustique para los duques de Cambridge. Los más transparentes suelen ser Guillermo y Máxima de los Países Bajos, que a menudo viajan a Grecia y siempre dan buena cuenta del mismo con espontáneos y naturales posados.