La crisis del coronavirus en España está dejando escenas muy duras en los hogares de todo el país. En laSexta, hablamos con tres mujeres que han vivido en primera persona el confinamiento más duro que puede haber.

Judith ha estado 15 días en su habitación completamente aislada, sin ningún contacto con su familia. "Mi madre me tenía que poner la comida en la puerta e irse. Abría la puerta, cogía la comida, me la comía y la dejaba de nuevo en la puerta", afirma.

Sólo podía salir para ir al baño y lo hacía con mascarilla y con guantes, no podía tocar los pomos de las puertas sin llevarlos puestos. "Cuando volvía a la habitación, mi madre le daba con lejía", confiesa.

El caso de Aída era más complicado incluso. Vive en un apartamento de un dormitorio junto a otra persona con la que mantiene la cuarentena. Eso sí, no suponen un riesgo para otros, ya que no salen en ningún momento: "Estamos haciendo la compra online".

Charo está con su hija, tiene que cuidarla y vive con la "impotencia" de poderla contagiar el coronavirus. "Son muchos días en casa y, aunque hagas lo imposible para que no -le contagies-, al final yo creo que lo contagias", comenta.

Es el miedo de todos los que están pasando el coronavirus en casa. Para la mayoría en esta situación, los primeros momentos de incertidumbre son los más complicados.

Judith recuerda "momentos de mucha ansiedad". Además, sufre asma, y cada día durante dos semanas ha mantenido el contacto con doctores. Charo reconoce haber tenido dudas "sin apoyo médico, sin orientación y sin saber qué hacer", aunque todavía no le ha llamado ningún doctor.

En el caso de Judith, la doctora que lleva su seguimiento ha decidido darle el alta, reconociendo que fue "muy raro" salir de su habitación: "Fui al comedor, a la cocina... me puse a llorar...".

Son los testimonios de los que pasan el confinamiento en sus casas, aislados de sus familias, de sus seres queridos.