En los protocolos de muchos hospitales ya se está utilizando el tratamiento inmunosupresor para luchar contra el coronavirus. Así lo explica la doctora Patricia Fanlo, coordinadora de GEAS de SEMI, quien detalla que este virus tiene dos fases.

Primero está la "fase infectiva en la que el paciente se infecta" y, después, en determinados pacientes, aparece la "segunda fase, la inflamatoria", en la que el virus "se circunscribe a los pulmones" y que, por tanto, sería la más crítica para el paciente porque hace que "entre en estado de gravedad". Es, en ese momento de gravedad, donde el uso de inmunodepresores podría evitar consecuencias fatales.

Además, el Instituto de Salud Carlos III financia la investigación sobre la aplicación de estos medicamentos y su efectividad al combinarse con otros. Y es que, como afirma la doctora Fanlo, todavía quedan dos grandes incógnitas al respecto: "Qué molécula debemos bloquear para cortar de forma rápida esta respuesta inflamatoria y en qué momento se debe iniciar el tratamiento inmunosupresor".

Este tratamiento solo se aplicaría a los pacientes más graves y en un momento muy concreto de la infección. "Esta respuesta inflamatoria se produciría entre el 7 y 10 días", señala la doctora, que destaca que otros países también han reparado en la efectividad de este tratamiento: "Se están realizando estudios similares en Francia, Alemania e Italia".