Los últimos 30 minutos de audio de la caja negra recuperada que los investigadores han podido escuchar no dejan lugar a dudas, y se puede determinar que el copiloto del vuelo de Germanwings estrelló el avión de manera voluntaria.

Robin Brice, fiscal del caso, afirma que "la razon las deconocemos pero se puede analizar como su voluntad de destruir el avión". Fue un acto consciente. La fiscalía de Marsella asegura que en la grabación se oye al comandante salir de la cabina para ir al servicio. El copiloto se pone al mando, se cierra la puerta y cuando el piloto quiere regresar no puede.

"Se oyen golpes muy fuertes como si fuera a derribar a la fuerza la puerta", informa el fiscal. Para entonces, el copiloto ha accionado el descenso del aparato, algo que hace de manera brusca, más de 9000 metros en apenas 8 minutos. El avión comienza a perder altura y la torre de control de Provenza llama hasta en tres ocasiones pero nadie responde.

En ese momento suena la alarma de proximidad al suelo pero quien estaba a los mandos no hace nada, aunque el fiscal asegura que el copiloto estaba vivo. "A priori él respiraba con normalidad y los gritos de los pasajeros hasta el ultimo momento, creo que la muerte fue instantánea", comenta.

Según el audio recuperado, los dos hablaban en alemán de manera relajada antes de que el comandante saliera de la cabina. Comentaron el plan de vuelo previsto y el fiscal ha precisado que el segundo al mando contestaba con respuestas breves y lacónicas. El impactante relato del fiscal descarta que se trate de un atentado.

"No hay ningún indicio q nos de a pensar q sea un acto terrorista", asegura Brice. Ahora falta encontrar la segunda caja negra, la que registra los parámetros de vuelo. El cruce de los datos de ambas cajas es la clave para determinar con mayor precisión qué pasó en esos terribles treinta minutos.