Caso Koldo
Conversación intensa pero sin amenazas: así fue el encuentro Ábalos-Koldo que dio un giro a la causa
Los detalles Veinte minutos solos en el despacho del abogado de Ábalos. Es el tiempo que han necesitado el exministro y Koldo García para sellar un destino común (por el momento). Una conversación muy intensa, según ha podido saber laSexta, en la que en cambio no se habría llegado a las manos.

Resumen IA supervisado
El encuentro del domingo entre José Luis Ábalos y su exasesor Koldo García fue intenso, pero no violento, según fuentes presentes. Duró unos veinte minutos y al final se unió el abogado de Ábalos. Aunque Koldo habló impetuosamente, no amenazó a Ábalos. El lunes, ambos esperaron en el Supremo por más de dos horas la decisión del juez sobre medidas cautelares, acompañados de sus abogados y policías, sin hostilidad. Lo que parecía un choque de estrategias se ha convertido en una maniobra común. Ábalos niega mordidas y contratos amañados, mientras Koldo guarda silencio, alimentando sospechas de presiones. El destino de Ábalos, Koldo y Santos Cerdán parece vinculado, con un giro estratégico que podría cambiar el rumbo de la investigación.
* Resumen supervisado por periodistas.
El encuentro del domingo entre el exministro de Transportes José Luis Ábalos y su exasesor Koldo García fue intenso, pero en ningún caso los dos protagonistas estuvieron a punto de llegar a las manos, según cuentan a laSexta fuentes presentes en el mismo.
Duró alrededor de veinte minutos, estuvieron los dos solos y al final se incorporó el abogado de Ábalos, José Aníbal Álvarez. Koldo García habló de forma impetuosa, como suele hacer de forma habitual, pero no llegó a amenazar a Ábalos. De hecho, estas fuentes apuntan que, si alguien dirigiera amenazas en el despacho de Aníbal Álvarez, este "le pondría de patitas en la calle al instante. No lo permitiría. Y más, si el amenazado es su cliente".
Ábalos y Koldo estuvieron juntos también en el Supremo durante más de dos horas este lunes, esperando que el juez decidiera si ampliaba las medidas cautelares o si las mantenía. No estaban solos, estaban con sus dos abogados, el letrado del PP, Alberto Durán, y custodiados por tres agentes de policía. En ocasiones, según testigos del encuentro, charlaban, contaban chistes o se daban pequeños paseos mirando por las ventanas que dan al patio del Supremo, pero en ningún momento el clima fue hostil. También niegan que Ábalos llorase al conocer que el juez no le imponía prisión provisional.
Pero más allá de este reencuentro, el hecho es que Koldo García y José Luis Ábalos han sellado su destino. Lo que parecía un choque frontal de estrategias defensivas se ha convertido tras esa reunión del domingo y en cuestión de días, en una maniobra común. ¿Ha habido pacto? ¿Advertencias? ¿Amenazas? Lo cierto es que, en menos de una semana, el relato ha dado un giro completo: de explorar una negociación con la Fiscalía, a negarlo todo.
Ábalos compareció ante el juez asegurando su voluntad de colaborar con la justicia. Pero su actuación fue otra: negó mordidas, contratos amañados, e incluso rechazó reconocerse en las grabaciones que lo comprometen. Una fórmula repetida ya por Santos Cerdán. Es un matiz importante: no las niegan, pero tampoco se identifican en ellas.
Koldo, por su parte, ha optado directamente por el silencio. Ni una sola palabra. Lo que deja en el aire la duda de si ha sido una estrategia jurídica, o si, como temen algunos en el entorno del caso, hay algo más: presiones. ¿Alguien ha advertido que quien hable, lo pagará caro?
Hasta hace solo cuatro días, todo apuntaba a una ruptura. Las defensas caminaban por sendas distintas. Pero algo cambió tras una reunión clave en Madrid entre Koldo y la defensa de Ábalos, revelada en exclusiva por laSexta. Un encuentro que parecía destinado a cruzar versiones y medir fuerzas, terminó en alineamiento. En los pasillos del Supremo, incluso coincidieron con sus abogados, en un gesto que ha hecho saltar las alarmas sobre una posible coordinación.
El lunes será el turno de Santos Cerdán. Y el temor entre ellos no es menor. Las grabaciones se acumulan, las pruebas se apilan y el miedo a que alguno "cante" primero es evidente. El silencio, por ahora, es la única estrategia compartida.
Ábalos ha exonerado explícitamente a Santos Cerdán de cualquier responsabilidad en las contrataciones. Al mismo tiempo, intenta salvar a Koldo García, consciente de que este guarda grabaciones que podrían perjudicar tanto a él como a su propio hijo. En su defensa, Ábalos asegura que la vinculación entre ellos solo respondía a su relación previa y a la necesidad de coordinarse en las licitaciones.
El destino parece sellado. Los tres —Ábalos, Koldo y Cerdán— se han subido al mismo coche, como hicieron en la película 'Thelma & Louise'. El Mustang de la estrategia común. Acelerador a fondo. Pero el acantilado está a la vista. Y el lunes puede ser el primer volantazo.