La investidura de Ada Colau nuevamente como alcaldesa de Barcelona estuvo marcada por la tensión en el pleno del consistorio y también a su salida a la Plaza Sant Jaume, donde fue recibida con abucheos. "Fue durísimo", ha confesado en 'RAC 1', "nos dijeron 'putas', 'zorras', 'guarras'. Me gustaría que esto se condenara porque sé que no representa la mayoría del independentismo", ha sostenido.

La regidora se ha emocionado durante su primera entrevista tras revalidar la alcaldía, en la que ha admitido que tras las situaciones de tensión de las últimas semanas ha llegado a plantearse abandonar. "Si me he planteado irme, pues claro que sí, tengo niños pequeños", ha dicho.

Por otra parte, Colau ha adelantado que este será probablemente su último mandato como alcaldesa. "No vengo a alargarme en la política, pero nuestras políticas necesitan cuatro años más para consolidarse y para hacer eso, lo mejor es hacerlo desde la alcaldía", ha explicado.

La alcaldesa también se ha pronunciado sobre el controvertido lazo amarillo recolocado en la fachada del Ayuntamiento de Barcelona, en el centro de la que podría ser la primera polémica con sus socios de gobierno del PSC, explicada en este vídeo:

"Tenemos posiciones diferentes. Lo hemos planteado como una cuestión de grupos municipales y, por ello, ha pasado por la Junta de portavoces. No debería ser un deterioro de nuestra relación", ha señalado.

En cuanto al apoyo de Manuel Valls, ha reiterado su incomodidad con el hecho de que sus votos la hayan hecho alcaldesa. "Yo nunca me hubiera imaginado aquel escenario. No mentí. Yo no he hecho ningún acuerdo ni he tenido ninguna conversación con el señor Valls", ha asegurado, "no es de recibo que haya que renunciar a mi objetivo legítimo y gobernar".

"Me pareció mal que Valls no saludara Torra", ha añadido, sobre el hecho de que el exprimer ministro francés negara el saludo al president de la Generalitat, como puedes ver en el vídeo que acompaña a estas líneas. "Se deben tener unas mínimas formas institucionales", ha reprochado.