'Cásper', condenado ya por robar obras de arte de la vivienda de Esther Koplowitz, era el cabecilla de una peligrosa banda en la que estaban implicadas otras 25 personas que también serán juzgadas en la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares, Madrid, por decenas de delitos de amenazas, torturas, lesiones, blanqueo, narcotráfico, falsedad documental y tenencia de armas.

Otro de sus famosos golpes fue éste en un banco de Yecla, en Alicante. Casper y su banda reventaron 90 cajas de seguridad. Un motin de 5 millones de euros. Pero a pesar de todo apenas ha pasado tres años en la cárcel. Su carrrera como ladrón se complicó cuando dio el salto y empezó a relacionarse con narcotraficantes. Él  ha asegurado que nunca ha utilizado una pistola.

La Fiscalía explica cómo Suárez encabezó de 2009 a 2011, año en que fue detenido, una organización dedicada a los llamados 'volcados de droga', es decir, a robar estupefacientes a otras bandas. Entre los acusados se encuentran algunos de los narcotraficantes que fueron robados por 'Cásper' y también su mujer, que se ocupaba de localizar a personas en las que su marido tenía interés.

El matrimonio, explica el fiscal, tenía un elevado nivel de vida que no justificaba su actividad profesional, "con gran gasto en restaurantes, salidas, ropas y viajes" y varios vehículos de lujo que no figuraban a su nombre.

Vivían en un dúplex en Majadahonda, Madrid, en cuyo registro se encontraron 33.600 euros en metálico (de ellos, 19 billetes de 50 euros en la habitación de una de sus hijas), así como relojes de lujo por 75.931 euros y otros objetos como un bastón eléctrico de 700 vatios.

En el juicio se le ha visto relajado, hablando con sus compañeros de batallas, incluso riéndose y firme en su declaración. Según la fiscalía la banda en diciembre de 2009 torturó a un trabajador del puerto de Algeciras que tenía información sobre los contenedores. Él les llevó hasta otra persona a la que también torturaron haciéndose pasar por guardias civiles. Consiguieron hacerse con 211 kilos de cocaína, unos seis millones de euros aunque él dice que su actividad en el puerto de Algeciras se debía a que importaba material electrónico.

"Nunca he participado en un acto violento. Soy ladrón de guante blanco, nunca he sido violento" son las declaraciones de uno de los narcotraficantes más sanguinarios, Casper. Él en el juicio de la Audiencia Nacional sólo reconoce ser un ladrón a baja escala. A pesar de su enfermedad Casper, ha sido muy minucioso con datos, fechas y nombres en su declaración. La Fiscalía le acusa de amenazas, tráfico de drogas, detención ilegal, torturas, lesiones, falsificación documental, tenencia de armas y blanqueo.