Fernández ha insistido en que nadie le avisó de que la tarjeta que le entregó la entidad en su día era "opaca e ilegal" y ha señalado que comprobará con sus abogados si estos 37.000 euros están declarados en Hacienda "debidamente", ha dicho en declaraciones a RNE.
"Cuando llegamos a Caja Madrid, nadie dijo que esto era una tarjeta 'opaca'. De ser así, nadie la hubiera cogido. Lo lamentable es que esta situación ocurra con consejeros y con una entidad como Caja Madrid. Debían habernos dado explicaciones", ha afirmado Fernández, que ha reconocido que los consejeros que recibieron la tarjeta también fueron "imprudentes" por no preguntar.
"Podríamos haber preguntado, sí. Estoy dolido y quiero saber exactamente en qué circunstancias nos dieron esta tarjeta. Somos gente que manejamos dinero público", ha dicho Fernández, que ha señalado que si él y el resto de consejeros que utilizaron la tarjeta 'opaca' de Caja Madrid han incurrido en algún delito, "es lógico" que haya quien lo denuncie, en referencia al escrito que presentará este lunes el PSOE ante la Agencia Tributaria.
El presidente de CEIM, que ha asegurado que utilizó la tarjeta para gastos de representación propios a su cargo de consejero, como restaurantes y gasolina, no cree que esta cuestión sea motivo para dimitir de sus cargos, puesto que va a devolver el dinero y él no estaba en el órgano de control de la caja madrileña. Aún así ha precisado que "lo tendrá que pensar" si se lo piden los empresarios madrileños.
"Si por esta cuestión hay que dimitir, lo tendré que pensar. No creo que sea motivo. Voy a devolver los 37.000 euros hoy mismo", han sido sus palabras. Fernández ha añadido que este asunto ha dañado la honorabilidad de las personas implicadas y ha dicho comprender que los accionistas de Bankia, entre los que se encuentra él mismo, "estén ofendidos" por esta situación.