Desde el Centro de Procesamiento de Datos instalado en el Parlament, la vicepresidenta del Govern y titular del departamento de Gobernación, Joana Ortega, ha informado de que la jornada electoral se ha iniciado "con absoluta normalidad" y no ha habido incidentes en la apertura de los colegios.
De esta manera, las 8.130 mesas electorales -98 más que en las anteriores autonómicas-, se han constituido al 100% a las 09:00 horas, y los 2.718 colegios -tres menos que en 2010- han abierto sus puertas con normalidad.
Por provincias, hay 1.616 colegios electorales en Barcelona, 402 en Girona, 327 en Lleida y 373 en Tarragona, y se han distribuido por toda Cataluña 9.331 urnas y 6,48 millones de papeletas.
Un total de 24.390 personas son titulares de las mesas electorales y otras 48.780 están como suplentes, y también se ha convocado a 4.834 representantes de la administración.
Los colegios electorales cerrarán sus puertas a las 20:00 horas y a partir de entonces se iniciará el escrutinio en Cataluña, donde hay 947 municipios.
La consellera de Gobernación volverá a comparecer ante la prensa a las 14:00 horas para informar de los primeros datos de participación. 5.413.769 catalanes, de los que 156.517 residen en el extranjero, tienen derecho a voto en las elecciones autonómicas de Cataluña, en las que se elegirá a los 135 diputados que forman del Parlamento catalán, del que saldrá el próximo presidente de la Generalitat.
Los ciudadanos catalanes son conscientes de la importancia de estas elecciones, por ello, los más mayores han hecho un esfuerzo extra para acudir a votar. Muchas familias se han llevado a los más pequeños para que aprendan y practiquen el proceso electoral.
Una de las anécdotas de la jornada la ha protagonizado un hombre que ha acudido a votar con una chaqueta de la bandera de Cataluña hecha a mano por su mujer, que precisamente es quien recoge su voto en la mesa electoral.
Como en cada día de elecciones, lo más difícil ha sido encontrar la mesa en la que había que depositar el voto, más aún en esta ocasión, donde la afluencia de participación ha sido casi cinco puntos mayor. Igual que la técnica de recoger los votos, los apuntes se siguen tomando con boli, se tacha con subrayador y regla, y los ciudadanos empiezan a quejarse de lo rudimentario del proceso en la época tecnológica en la que vivimos.