Europa se pone las pilas y añade un nuevo objetivo a la lucha contra el cambio climático. Aunque silenciosos, los edificios de las ciudades están detrás de una importante huella de carbono.

El sector de la construcción representa cerca del 40% del consumo energético, más de un 30% del de agua y produce un 35% de las emisiones de Dióxido de Carbono. Por eso, el Código Técnico de Edificación se reforma.

De los más de 25 millones de viviendas que hay en España, aproximadamente el 90% son anteriores al Código Técnico de Edificación y un 60% se construyeron sin ninguna normativa de eficiencia energética.

Por eso, ahora apremia la bioconstrucción, materiales y sistemas constructivos de bajo impacto material, como la casa de Silvia. Está hecha de madera, cuenta con placas solares, y hasta los electrodomésticos son ecológicos.

Aunque construir de esta forma supone un sobrecoste de entre un 3% y un 8%, la inversión se amortiza en un plazo de entre cinco y diez años.

"Tengo unas cuentas de gasto bajísimas y jamás paso frío, ni calor", apunta Silvia.

La mayor diferencia que van a notar los usuarios de los edificios es en el consumo de energía y en la factura que les va a llegar cada mes, explican los expertos.

Aunque sea una mejora, dicen los expertos, que en el futuro el código necesitará adaptarse, ser más duro. El objetivo es disminuir un impacto que es muy visible.