La Covid-19 no nació en el mercado de Wuhan, tal y como han apuntado muchas teorías desde que este coronavirus superara las barreras de China y se extendiera por todo el mundo, provocando millones de contagios, miles de muertos grandes catástrofes en términos políticos y socioeconómicos a nivel internacional. "El mercado sólo se usó como señuelo".

Es lo que ha afirmado Li-Meng Yan, la viróloga china que en las últimas semanas se ha convertido en un foco de atención en muchos países después de afirmar que huyó a Estados Unidos porque conocía el verdadero origen de la Covid-19. Según sus declaraciones, tuvo que escapar porque estaba sufriendo presiones y amenazas de las autoridades chinas para no desvelar este supuesto secreto.

Ahora, en una entrevista que el medio taiwanés 'Lude Press' le realizó, Li-Meng ha asegurado que, después de que le ordenaran investigar el origen del coronavirus y de hablar con otros colegas sobre la situación, descubrió que el virus procede realmente de un laboratorio militar, y no del mercado de Wuhan, como se había afirmado en alguna u otra ocasión.

"En ese momento, ya había evaluado claramente que el virus provenía de un laboratorio militar del Partido Comunista Chino", ha declarado la científica en la entrevista, en la que también ha asegurado que veía imposible ofrecer esta información a las autoridades chinas, dado que, según ella, trataban de ocultar deliberadamente toda información sensible relativa a este virus convertido en pandemia.

"Sabía que una vez que hablara, podría desaparecer en cualquier momento, al igual que todos los valientes manifestantes en Hong Kong. Pude desaparecer en cualquier momento. Incluso mi nombre ya no existiría", ha apostillado Li-Meng en 'Lude News'. Recientemente, la virólog afirmó que contaba con "pruebas sólidas" para demostrar que el coronavirus "no procede de la naturaleza", y que estas pruebas no tardarían en ver la luz