Miles de antichavistas se congregaron en el este de Caracas para seguir presionando al defensor del pueblo, Tarek William Saab para que apoye el proceso con el que el Legislativo espera remover a siete magistrados de la Sala Constitucional, a quienes la MUD acusa de haber dado un "golpe de Estado".

Según la Constitución venezolana, una mayoría de dos tercios del Parlamento puede destituir a los magistrados del Supremo si previamente el Poder Ciudadano califica su actuación como "falta grave".

Una vez que los manifestantes se habían congregado en la avenida Francisco de Miranda, la principal del este de Caracas, el dos veces candidato presidencial Henrique Caprilesa pidió a los congregados marchar hacia la Defensoría, ubicada en el municipio Libertador, un territorio negado a acoger protestas opositoras.

Tras ello, miles de personas caminaron hasta los accesos de ese municipio capitalino, sede de los poderes públicos, pero fueron disuadidas de continuar por decenas de agentes de la Policía Nacional Bolivariana y de la Guardia Nacional Bolivariana tras lo que se generaron enfrentamientos durante unas dos horas.

El alcalde del municipio capitalino Chacao, el opositor Ramón Muchacho, dijo a los periodistas que los enfrentamientos entre manifestantes y policías dejaron al menos 17 personas heridas, entre ellas dos con síntomas de asfixia y cuatro heridas por pedradas o por impacto directo de botes lacrimógenos.

Una vez dispersado el grueso de la manifestación, se originaron focos de protesta en el este de la capital, principalmente por parte de encapuchados que cerraron algunas vías usando basura y prendiendo fuego a llantas y otros objetos inflamables.

Un grupo de encapuchados atacó la Dirección Ejecutiva de la Magistratura, una sede del Poder Judicial ubicada en Chacao, donde "quemaron mobiliario, quebraron vidrios y reja de entrada", según indicó el organismo a través de la red social Twitter.

Este hecho fue inmediatamente repudiado por los dirigentes opositores que se desmarcaron de tales "actos vandálicos". Capriles aseguró en un mensaje de Twitter que había sido atacado "con bombas" cuando se encontraba dentro de la sede de su partido, Primero Justicia, tras participar en la movilización.

Casi de forma inmediata, el alcalde del municipio caraqueño Baruta, el opositor Gerardo Blyde, indicó que nadie resultó herido, pese al incendio que afectó a la sede del partido, y que el fuego había sido controlado.