El alcalde de la ciudad ucraniana de Chernigov, al norte del país, ha compartido en redes sociales la devastación del lugar tras más de un mes de guerra en el que las tropas rusas han acabado con la vida de decenas de civiles.

El diputado ucraniano Oleksii Goncharenko ha acompañado al edil en un viaje en coche en el que ambos han querido mostrar las cenizas de una ciudad que sigue ardiendo tras 29 días de invasión. "Estamos en una zona de guerra. Es extremadamente peligroso estar aquí", advierten mientras ruedan cómo neumáticos arden en las calles y el humo sale de edificios civiles recién bombardeados.

La situación es desoladora: los escombros se esparcen por calles desérticas en las que solo se escucha el sonido de las llamas devorando estructuras.

El alcalde Vladyslav Atroshenko ha señalado que el cementerio de la ciudad no puede abarcar todos los muertos que llegan, por lo que mantienen a las personas en morgues y refrigeradores más tiempo de lo normal.

La semana pasada, un misil ruso mataba en la ciudad a diez personas que esperaban en una de las denominadas 'colas del pan' para conseguir algo de comida. "Bajo la dirección procesal de la Fiscalía Regional de Chernígov, se inició una investigación previa al juicio por violaciones de las leyes y costumbres de la guerra, combinadas con asesinato premeditado", explicaba entonces la Fiscalía General de Chernígov en Telegram.