Los trajes de los cardenales electos cuestan entre 3.000 y 4.000 euros. “Si incluimos los zapatos, la camisa blanca, el anillo y la cruz, la indumentaria puede estar compuesta hasta de 20 piezas”, dice Raniero Mancinelli, sastre eclesiástico.

Las joyas, como la cruz, que sobrepasa los 900 euros, o el anillo, hacen que el precio de la vestimenta de los cardenales se dispare hasta alcanzar estas cantidades. Aunque como dice Claudio Franchi, joyero encargado del diseño del anillo de Benedicto XVI, “el valor material no es lo que importa, el oro no vale nada respecto al valor simbólico del objeto”.