Alerta por los sucesivos ataques que en las últimas horas han sacudido Transnistria, la región separatista de Moldavia afín a Moscú. Allí, dos explosiones han destruido este martes sendas antenas de un centro de radiotelevisión y se ha registrado un ataque contra una unidad militar, después de que la víspera se produjera un atentado con lanzagranadas contra un edificio gubernamental.

Rusia, que apoyó a los separatistas durante el conflicto armado por el que la autoproclamada república rompió lazos con Moldavia, ha declarado que sigue atentamente la situación en la región, de mayoría rusoparlante, y que las informaciones sobre los ataques "causan preocupación".

Por su parte, Ucrania acusa al Kremlin de tratar de "desestabilizar" la situación en Transnistria. "Si Ucrania no resiste, mañana el enemigo estará a las puertas de Chisinau", ha alertado el asesor presidencial Mijailo Podolyak, que ha defendido que "Ucrania proporcionará seguridad estratégica en la región" y que, para ello, es necesario que Kiev y sus aliados trabajen "como un equipo".

También el Ministerio de Exteriores ucraniano se ha declarado "preocupado" por los intentos de "agravar" la situación en la región, según ha señalado en un comunicado en el que Kiev expresa su apoyo a "la integridad territorial de Moldavia" y condena "los intentos de arrastrar a la región moldava de Transnistria a una guerra a gran escala contra Ucrania".

Entretanto, el Consejo de Seguridad de Moldavia, reunido de urgencia, ha recomendado elevar la vigilancia y reforzar la seguridad, según ha informado la presidenta, Maia Sandu, que ha advertido de que las "tensiones entre diferentes fuerzas" en Transnistria amenazan también la seguridad al otro lado del río Dniéster y que "estas acciones suponen un riesgo para la paz en el país".

Por su parte, el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, ha expresado su deseo de que no se produzca un "desbordamiento" de la guerra en Ucrania a otros países tras los últimos sucesos en Transnistria, por los que la Unión Europea también ha mostrado su "preocupación", señalando que "es especialmente preocupante en la situación regional actual" y "perjudicial para la seguridad y la estabilidad de Moldavia", según ha indicado un portavoz comunitario a Europa Press.

Los planes del Kremlin para llegar a Moldavia

Los tres ataques perpetrados contra Transnistria en cuestión de 24 horas se producen pocos días después de que un alto mando del Ejército ruso reconociera los planes del Kremlin para hacerse con toda la región del Donbás hasta la anexionada península de Crimea, así como tomar el sur de Ucrania para unirlo con la región separatista moldava.

Transnistria, fronteriza con Ucrania y con apenas medio millón de habitantes, se mantuvo leal a Moscú cuando Ucrania y Moldavia comenzaban a dejar atrás la Unión Soviética a principios de los años 90 y alberga más de 20.000 toneladas de armamento soviético desde el fin de la Guerra Fría.