Ruptura del Ejecutivo
El ultra Geert Wilders abandona la coalición y deja caer el Gobierno de Países Bajos
Las consecuencias El movimiento del líder radical supone romper la coalición de derechas y aboca a la quinta economía del euro a nuevas elecciones y a tener un Gobierno en funciones cuando acoja la cumbre de la OTAN este mismo mes.

Resumen IA supervisado
Geert Wilders, líder del partido ultraderechista neerlandés PVV, ha anunciado que su formación abandonará la coalición de gobierno en Países Bajos, provocando la caída del Ejecutivo de derechas. Wilders argumenta que la decisión se debe a la falta de apoyo de sus socios para implementar sus propuestas sobre la restricción de la acogida de refugiados. El lunes, Wilders ya había amenazado con romper el Gobierno si no se tomaban medidas para limitar el acceso de refugiados, incluyendo el cierre de fronteras y la vigilancia militar. Wilders insiste en que el PVV, ganador de las elecciones, debe ver reflejadas sus prioridades en el gobierno.
* Resumen supervisado por periodistas.
El líder ultraderechista Geert Wilders ha anunciado este martes que su partido abandonará la coalición de Gobierno de Países Bajos, lo que supone hacer caer al Ejecutivo de derechas. Un sorpresivo movimiento que acaba con la de por sí frágil coalición de derechas que gobernaba desde el pasado mes de julio y que, todo apunta, abocará al país, la quinta economía del euro, a nuevas elecciones y a la incertidumbre.
Además, tal y como apunta la agencia Reuters, todo apunta a que la ruptura del Gobierno también dilatará la decisión sobre el aumento del gasto en defensa para llegar a las metas de la OTAN y deja en funciones al Ejecutivo cuando reciba a los líderes de la Alianza este mismo mes en La Haya.
La decisión de Wilders, según ha dicho, obedece al rechazo de sus socios frente a sus ideas para detener la acogida de refugiados. "Ninguna firma para nuestros planes de asilo. No hay cambios en el Acuerdo Marco Principal. PVV abandona la coalición", ha sentenciado en redes sociales.
El lunes, el líder de la derecha radical neerlandesa ya amenazó con romper el Gobierno de coalición si "en pocas semanas" no se restringía el acceso de refugiados a Países Bajos, lo que incluye "cerrar las fronteras" a los solicitantes de asilo y la vigilancia fronteriza con el ejército. En una rueda de prensa repentina recogida por Efe, Wilders, que suele comunicarse por redes, urgió a tomar medidas radicales contra el asilo y amenazó con salir del gabinete que comparte con otras tres formaciones de derechas.
"Nuestra paciencia se ha acabado. El votante que hizo al PVV el partido más grande [del país] tiene derecho a un Gobierno. Eso debe dar resultados, sin duda, en asilo e inmigración, que, para mi partido, es la parte más importante del acuerdo de coalición. Nosotros ganamos las elecciones, nadie más", afirmó. También defendió que su partido ya hizo "suficientes concesiones" cuando sus socios no le "dejaron ser primer ministro" y advirtió: "Si no cambia nada, o cambia muy poco, nosotros nos vamos".
Una política profundamente xenófoba
Wilders había presentado un paquete de 10 medidas en materia de asilo, que resumió así: "Cerrar las fronteras para solicitantes de asilo y para la reunificación familiar; no más centros de asilo, sino cerrar los que hay; deportar a los sirios con permiso temporal; y si vienes aquí como extranjero y causas problemas, te vas del país".
También pretendía suspender la aplicación de las normas de la Unión Europea sobre asilo, usar al ejército para reforzar la vigilancia de las fronteras y expulsar y retirar la ciudadanía a quienes tengan doble nacionalidad y cometan delitos violentos o sexuales.
La derecha radical del PVV fue el partido que más escaños logró en las elecciones de noviembre de 2023, con 37 de los 150 asientos del Parlamento neerlandés, pero este resultado no fue suficiente para gobernar en solitario. Después de meses de negociaciones, la formación llegó a un acuerdo con otros tres partidos de derechas -liberales VVD, democristianos NSC y granjeros de BBB-, con la condición de que los líderes de los cuatro grupos, incluido el propio Wilders, renunciasen a dirigir ese gabinete.
En julio del año pasado, tomó posesión un equipo de gobierno formado por políticos de los diferentes partidos, pero liderados por un funcionario de carrera sin afiliación política, Dick Schoof. Algunas de las carteras más polémicas, con Migración y Asilo, quedaron en manos de la ultraderecha, que nombró a la política antiinmigración Marjolein Faber como ministra.
Faber envió en marzo dos leyes para implementar "la política de asilo más estricta de la historia" y propuso introducir un sistema de doble status, que distingue entre personas que huyen porque están en peligro personal (por su origen, orientación sexual o religión) y quienes huyen de la guerra o de desastres naturales. A estos últimos se les concedería asilo temporal, algo que hoy no existe. La otra propuesta busca reducir el tiempo de la residencia temporal que pueden obtener los refugiados de cinco a tres años.