La operadora de energía nuclear ucraniana Energoatom ha avisado este sábado de que la central nuclear de Zaporiyia corre peligro de registrar una fuga de hidrógeno y un posible incendio tras los ataques que ha registrado en los últimos dos días y de los que Moscú y Kiev se responsabilizan mutuamente.
Energoatom ha denunciado a tropas rusas por atacar la planta con lanzacohetes este pasado viernes, lo que provocó "la activación de un protocolo de emergencia y la desconexión de una de las tres unidades de energía operativas", según un comunicado publicado este sábado y recogido por Ukrinform.
Según el balance de la compañía, la estación de nitrógeno-oxígeno y el edificio auxiliar resultaron seriamente dañados como resultado del ataque y este sábado "todavía existen riesgos de fuga de hidrógeno y dispersión de sustancias radiactivas". "El peligro de incendio también es elevado", según el comunicado.
El asesor presidencial ucraniano, Mijailo Podoliak, se mostró contundente en su cuenta de Twitter. "Europa ha recibido energía esta mañana porque la central no explotó ayer de milagro. Rusia está al mando de la central y está organizando provocaciones desde allí", ha añadido.
Podoliak ha pedido a la ONU que exija la retirada de Rusia -- ahora mismo la gestión de la central está compartida, con dificultad, entre Rusia y Ucrania -- y que Moscú entregue el "control de una comisión especial".
Mientras, el secretario general de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, ha advertido de que este incidente de Zaporiyia "es el último de una larga serie de informes cada vez más alarmantes".
"Subraya el riesgo muy real de que haya un desastre nuclear que podría amenazar la salud pública y el medio ambiente de Ucrania y más allá", ha advertido. La actividad militar en torno a la central "debe evitarse a toda costa", ha subrayado Grossi.
Por su parte, el máximo responsable diplomático de la Unión Europea, Josep Borrell, ha acusado a Moscú de llevar a cabo actividades militares en las inmediaciones de la planta que suponen "una violación grave e irresponsable de las normas de seguridad en las instalaciones nucleares y otro ejemplo del desprecio de Rusia por las normas internacionales". Además, ha pedido la intervención del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).
La respuesta de la OIEA: Hay "riesgo real de desastre nuclear"
El director general del OIEA, el argentino Rafael Grossi, se mostró muy preocupado por el bombardeo en la mayor planta atómica de Europa, bajo ocupación rusa en territorio ucraniano, y alertó de que se está "jugando con fuego" y existe el riesgo de un "desastre nuclear".
"Estoy extremadamente preocupado por el bombardeo de ayer en la planta de energía nuclear más grande de Europa, que subraya el riesgo muy real de un desastre nuclear que podría amenazar la salud pública y el medio ambiente en Ucrania y más allá", advirtió Grossi en un comunicado difundido en Viena.
Tras los ataques de la víspera contra la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, denunciados por las autoridades prorrusas, Moscú y Kiev se acusaron mutuamente de poner en riesgo la seguridad de la instalación nuclear.
Grossi recuerda que, según las autoridades ucranianas, no hubo daños en los propios reactores ni emisiones radiológicas, pero sí desperfectos en otras partes de la planta.