Las violan y, por si fuera poco, una turba de hombres las exhibe desnudas por la calle. Las denigran, agarrándolas por los pechos e incluso abofetean en la cara a una de ellas, a la que también manosean el pubis.
Una imagen que ha indignado a la India y a la que han querido dar la vuelta, en viñetas en las que muestran su apoyo a las víctimas, representándolas como una diosa hindú.
Y en las calles, decenas de mujeres claman justicia. Con pancartas y carteles piden que dejen de torturarlas y recriminan la inacción del primer ministro Modi, que tras la presión social se ha visto obligado a pronunciarse. Dice que estas vejaciones son un insulto para la India, "y que se trata de un incidente vergonzoso para cualquier sociedad civilizada".
Hasta ahora hay tres detenidos, entre ellos el principal sospechoso de incitar a una multitud a que las violaran. E investigan a otra treintena de hombres como posibles involucrados en estas agresiones sexuales.
Las imágenes se han hecho virales ahora, pero esta atrocidad tuvo lugar hace dos meses en medio del conflicto étnico que sufre la región de Manipur donde, una vez más, se usa del cuerpo de las mujeres como campo de batalla.