Llevarse bien y colaborar. Con ese espíritu de solemnidad y cordialidad ha recibido Macron a Trump. Nada que ver con la tensión que se palpaba entre ambos en encuentros anteriores. Precisamente en la ciudad que alumbró los pactos del cambio climático, Trump ha dejado la puerta abierta a posibles cambios en la postura estadounidense.

"Cualquier cosa podría pasar respecto al Acuerdo de París. Veremos qué pasa", aseguró el mandatario norteamericano. Macron le respondió que respeta la decisión de Trump, pero que sigue comprometido con el Acuerdo de París.

Trump tampoco ha querido dejar escapar una oportunidad para defender a su hijo. "Es un joven maravilloso. Se reunió con una abogada rusa, no con una abogada del gobierno ruso", explicó. La alianza entre la Europa que Francia quiere liderar y EEUU es vital, coinciden, para combatir el terrorismo.

Mientras ellos debatían de política, las primeras damas han visitado Notre Dame, se han dado un paseo por el Sena y han subido a la Torre Eiffel. El plato fuerte de la visita es una celebración que Trump "está deseando" presenciar y en la que se honrará a las 86 muertos en el atentado de Niza.