Según las informaciones
recogidas por el diario local 'Le Monde', el exmandatario ha sido liberado tras
dos días de interrogatorios y está siendo investigado por financiación ilegal y
corrupción pasiva. Sarkozy ha sido además puesto bajo control judicial tras su
puesta en libertad.
El expresidente es
sospechoso de haber incurrido en financiación ilegal en su campaña presidencial
por haber recibido supuestamente dinero en efectivo aportado a finales de 2006
y principios de 2007 por representantes del régimen libio, entonces liderado
por Gadafi.
Precisamente los medios
han aprovechado la reanudación del caso para recuperar unas declaraciones
formuladas por Gadafi en 2011 a una periodista de la cadena France 3, cuatro
días antes del inicio de los bombardeos, y en las que ya se jactaba de su
alianza con Sarkozy.
"Como libio, si el
presidente (francés) gana las elecciones gracias a nuestros fondos, sin duda
también ganamos nosotros", dice a través de un intérprete que cifra en 20
millones el dinero destinado a la campaña del líder de la entonces Unión por un
Movimiento Popular (UMP) -ahora Los Republicanos-.
La ministra de Justicia,
Nicole Bellouber, ha rechazado valorar el escándalo en torno a Sakorzy durante
una entrevista en la cadena France 2. "Quiero ceñirme, verdaderamente, a
una estricta neutralidad", ha alegado Bellouber al ser interrogada al
respecto.
Menos comedida se ha
mostrado la líder del Frente Nacional, Marine Le Pen, que ha dudado de la
"neutralidad" del juez de instrucción y ha instado a la Justicia a
"llegar hasta el final y con seriedad".
En este sentido, la
dirigente ultraderechista ha considerado en declaraciones a Radio Classique que
"no se trata solo de una cuestión de financiación electoral", sino
que "tiene que ver también con una guerra, con la eliminación de un jefe
de Estado, con la desestabilización de un país seguida de una ola migratoria
masiva".