Las fuerzas de seguridad rusas mataron a diez guerrilleros caucasianos vinculados con el grupo terrorista autodenominado Estado Islámico en la república de Kabardino-Balkaria, en el Cáucaso norte de Rusia. "Según datos preliminares, diez bandidos han sido liquidados. Todos formaban parte de un grupo armado que juró lealtad al Estado Islámico", informó el Comité Nacional Antiterrorista (CNA) a medios locales.
Los guerrilleros murieron durante una operación especial en un bosque situado en las inmediaciones de Nálchik, capital republicana. El Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) y el Ministerio del Interior recibieron el soplo de que un grupo de guerrilleros implicados en actividades terroristas se había escondido en la zona.
Cuando los órganos de seguridad conminaron a los terroristas a deponer las armas y entregarse, estos comenzaron a disparar y a lanzar granadas, lo que obligó a las fuerzas especiales a responder al fuego enemigo.
Las autoridades consideran que varios miles de rusos, en su mayoría procedentes del Cáucaso, incluida Chechenia, se han alistado en los últimos meses en Daesh para combatir en Siria.
El Kremlin teme que esos terroristas regresen a Rusia después de recibir instrucción del EI, hagan resurgir la guerrilla islamista en el Cáucaso norte y organicen atentados suicidas, como los ocurridos en 2013 en Volgogrado, que causaron más de una treintena de muertos.
Rusia ha intensificado las medidas de seguridad en todo el país desde que se confirmara que un atentado con bomba fue la causa del siniestro a finales de octubre en Egipto de un avión ruso con 224 turistas abordo.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó esta semana encontrar a los terroristas "estén donde estén", sea en Rusia o en otro país, e intensificar los bombardeos contra las posiciones de los yihadistas en Siria. Entre las medidas destinadas a prevenir atentados terroristas, las autoridades han reforzado la presencia policial en aeropuertos, estaciones de tren, metro y otros nudos de transporte.