Las autoridades de Rusia han amenazado este viernes con atacar instalaciones de producción militar desplegadas por países occidentales en Ucrania en el marco de la invasión rusa del territorio.

El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha indicado que dichas instalaciones pasarán a ser "blancos legítimos para las Fuerzas Armadas de Rusia", según informaciones de agencias de noticias rusas.

"Es obvio que todas las instalaciones de producción de armas, sobre todo cuando esas armas se utilizan contra nosotros, se convertirán en el foco de atención especial de nuestros militares", ha dicho durante una rueda de prensa en la que ha abordado los informes sobre el despliegue de estas ayudas, especialmente por parte de Reino Unido.

Asimismo, ha recordado que la presencia de estas instalaciones no contribuirá precisamente a la reducción de la tensión ni a poner fin al conflicto, y no servirá para socavar el "éxito de la operación militar especial" de Rusia, que comenzó en febrero de 2022.

El presidente ruso, Vladimir Putin, ha insistido en que dicha "operación" busca "proteger a la población ante el genocidio del régimen de Kyiv y atajar así los riesgos para la seguridad nacional que supone el avance de la OTAN hacia el este".