El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha decidido aprobar por unanimidad una tercera subida consecutiva de los tipos de interés del país de 0,75 puntos básicos, hasta situarlos en un rango objetivo de entre el 3 por ciento y el 3,25 por ciento, según ha informado este miércoles. Esto supone el mayor precio del dinero registrado por el país desde enero de 2008, pocos meses antes de que se desencadenara la crisis de ese año con las quiebras de Bear Sterns y Lehman Brothers. "La guerra y sus sucesos relacionados están causando una mayor presión al alza en la inflación y está afectando a la actividad económica global. El Comité está muy atento a los riesgos de inflación", ha subrayado el FOMC.
La autoridad monetaria estadounidese ha vuelto a pronosticar que será "apropiado" acometer nuevas subidas de los tipos de interés en próximas reuniones. Por otro lado, se ha mantenido sin cambios los planes de reducción del balance. Entre junio y agosto, la reducción fue a razón de 47.500 millones de dólares mensuales, mientras que desde este mes se ha elevado a 60.000 millones. Por otro lado, la Fed también ha publicado la actualización de sus previsiones macroeconómicas, así como las estimaciones de sus miembros sobre la evolución de los tipos de interés. El 'dot-plot', o diagrama de puntos, se ha modificado de forma abultada con respecto a junio.
En el sexto mes de 2022, la mayoría de miembros del FOMC esperaba que los tipos se situaran al cierre de 2022 entre el 3 y el 3,5 por ciento. Ahora, sin embargo, todos esperan que al menos cierren el año por encima del 4 por ciento. De cara a 2023, el la mayoría de banqueros centrales sitúa el precio del dinero por encima del 4,5 por ciento. La proyección central del instituto emisor apunta a que los tipos de interés se situarán en 2022 entre el 4,1 y el 4,4 por ciento, frente al rango de entre el 3,1 y el 3,6 por ciento estimado en junio. Para 2023, los banqueros anticipan una horquilla de entre el 4,4 y el 4,9 por ciento, frente al rango de entre el 3,6 y el 4,1 por ciento de hace tres meses.
En cuanto a la evolución macroeconómica, la Fed ha empeorado sus perspectivas. Así, ha reducido hasta el 0,2 por ciento el crecimiento del PIB del país en 2022, frente al 1,7 por ciento estimado en junio. De su lado, el crecimiento previsto para 2023 se ha reducido en cinco décimas, hasta el 1,2 por ciento, al tiempo que el de 2024 se ha reducido en dos décimas, hasta el 1,7 por ciento. Con respecto al desempleo, la Fed estima que el país cerrará el año con una tasa de paro del 3,8 por ciento, una décima más que la estimada hace tres meses. En 2023, el desempleo se situará en el 4,4 por ciento, cinco décimas más.
El mercado de trabajo estadounidense creó 315.000 empleos no agrícolas durante el pasado mes de agosto. De su lado, el paro se elevó dos décimas, hasta el 3,7 por ciento, manteniendo así la recuperación laboral de forma sostenida. La economía del país experimentó una contracción del 0,1 por ciento de su PIB en el segundo trimestre, según la segunda estimación del dato publicada por la Oficina de Análisis Económico del Gobierno. Asimismo, el índice de precios de gasto de consumo personal, la variable preferida por la Fed para monitorizar la inflación, se situó el pasado mes de julio en el 6,3 por ciento con respecto al mismo mes del año pasado, cinco décimas menos que el mes anterior.
La tasa mensual registró una contracción del 0,1 por ciento, frente al incremento de un 1 por ciento del mes anterior. La variable subyacente, que excluye de su cálculo los precios de la energía y de los alimentos por su mayor volatilidad, se situó en el 0,1 por ciento, cinco décimas menos que en junio, mientras que en tasa anual se redujo al 4,6 por ciento, una décima menos.