250 manifestaciones en todo el país

El ajuste fiscal enciende Francia con una jornada de huelga y bloqueos en todo el país

El contexto La convocatoria, impulsada por los ocho principales sindicatos, protesta contra los recortes heredados del Gobierno de François Bayrou, a los que califican de "una brutalidad sin precedentes".

Estudiantes protestan frente a un colegio Estudiantes protestan frente a un colegio AP Photo/Jean-Francois Badias
Escucha esta noticia
0:00/0:00

Transporte interrumpido, aulas vacías, hospitales bajo mínimos y miles de jóvenes bloqueando sus institutos: Francia vive este jueves una jornada de huelga masiva contra los recortes heredados del Gobierno de François Bayrou. La protesta, convocada por los principales sindicatos, amenaza con reunir a cerca de 900.000 personas en todo el país y ya ha provocado una fuerte presencia policial en las calles.

Desde primera hora, el ministro del Interior, Bruno Retailleau, ha denunciado "intentos de bloqueos y sabotajes" en distintas regiones, entre ellos un garaje de autobuses en París y una red de agua en Bretaña. Y hasta el momento se han producido 55 detenciones.

El Ejecutivo ha desplegado 90.000 agentes en todo el territorio y Retailleau ha ordenado a policías y gendarmes "ir al contacto" ante cualquier ataque contra bienes o personas.

El transporte es uno de los sectores más afectados. En París, solo funcionan con normalidad tres de las 16 líneas de metro —las automáticas sin conductor—, mientras el resto circula de forma irregular. En los ferrocarriles, se mantiene el 90 % de los trenes de alta velocidad (TGV), pero solo la mitad de los intercities y un 60 % de los regionales.

La estación de Lille vacía durante la protestaLa estación de Lille vacía durante la protestaAgencia AP

Además, ha generado un impacto muy notable en la educación, donde según los sindicatos un tercio de los enseñantes tiene intención de sumarse a la convocatoria.

Se esperan hasta 900.000 manifestantes

La convocatoria, impulsada por los ocho principales sindicatos, prevé unas 250 manifestaciones en todo el país y podría movilizar a hasta 900.000 personas, según cálculos policiales. Sería la mayor protesta desde las marchas contra la reforma de las pensiones y, según las centrales, muy superior a la del 10 de septiembre, cuando el movimiento "Bloquons tout!" que se saldó con más de medio millar de detenidos.

La tensión se refleja en la fuerte presencia de fuerzas de seguridad en centros urbanos y nudos de transporte. Mientras el Gobierno insiste en mantener el orden, los sindicatos reclaman al primer ministro, Sébastien Lecornu, abandonar las medidas heredadas de su predecesor, a las que califican de "brutalidad sin precedentes". El plan presupuestario prevé un ajuste de casi 44.000 millones de euros para reducir el déficit en 2026.

En un comunicado, las organizaciones sindicales reclaman "la revalorización de los salarios, la mejora de las carreras profesionales, condiciones de empleo dignas y la igualdad entre mujeres y hombres".

La protesta cuenta con el respaldo de la izquierda, en especial de La Francia Insumisa, de Jean-Luc Mélenchon. El socialista Olivier Faure ha manifestadotras reunirse con Lecornu que "los franceses quieren ver un cambio en sus vidas". Su partido ha hecho bandera del llamado "impuesto Zucman", una tasa del 2 % a patrimonios superiores a 100 millones de euros, apoyada por la mayoría de la población en los sondeos y actualmente debatida en el Senado.