Ese ciudadano, en un centro de detención, había pedido tener acceso a una vivienda de emergencia para poder acceder a la libertad condicional, una petición que fue rechazada. "Usted podría evitar caer en la indigencia si vuelve a Rumanía o a otro Estado miembro de la UE, donde podrá disfrutar del acceso a todos los derechos de la Convención Europea de Derechos Humanos sin interferencias", señala la carta.

Según el diario británico, el Reino Unido deportó a 5.301 comunitarios en los doce meses previos a junio de 2017, el máximo nivel desde que comenzaron los registros. La directora de la organización de asesoramiento legal Bail for Immigration Detainees (BiD), Celia Clarke, criticó que "los funcionarios británicos actúen de esta forma ahora", cuando el Reino Unido todavía no ha abandonado la UE.

"El futuro de nuestras relaciones con los europeos debería preocuparnos", señala Clarke, para quien "el peligro reside en que el divorcio de la Unión Europea se está volviendo cada vez más áspero".