El portavoz del gobierno de Theresa May señaló que, en la negociación del "Brexit", Londres aspira a conseguir un acuerdo "que funcione para el Reino Unido y para la UE y sus restantes miembros, incluida España, y que funcione también para Gibraltar".
La bandera de Gibraltar ondeó en la plaza del Parlamento mientras el rey de España, que lleva a cabo una visita de Estado de tres días con la reina Letizia, pronunciaba un discurso en la Galería Real del Palacio de Westminster, ante las dos cámaras del Parlamento británico, los Comunes y los Lores. Felipe VI expresó a los parlamentarios su confianza en que "el diálogo necesario y el esfuerzo" de los dos gobiernos, británico y español, permitirán avanzar hacia "soluciones aceptables para todos" en el contencioso sobre Gibraltar.
La alusión a "los dos Gobiernos", excluyendo al Ejecutivo del Peñón, molestó al Gobierno gibraltareño, cuyo ministro principal, Fabián Picardo, consideró esta posición "antidemocrática". "No hay solo dos Gobiernos relevantes, sino tres", dijo Picardo, que subrayó que el de Gibraltar "es el más importante", porque refleja los deseos del pueblo gibraltareño. "El hecho es que España perdió Gibraltar hace trescientos años y que Gibraltar ha sido británico desde entonces", lo que, señaló, ha sido refrendado en dos referendos, en 1967 y 2002, por los habitantes del Peñón.
"Madrid debe aceptar estos hechos históricos y pasar a otra cosa", declaró en un comunicado difundido en Twitter. Picardo aseguró que el pueblo gibraltareño quiere mantener una relación de amistad "normal" con España pero no desea formar parte de este país o estar "de ninguna manera" bajo su soberanía. Apuntó que hoy en día "los territorios no pueden intercambiarse entre reyes como peones en un juego de ajedrez".