Al menos 38 personas han muerto como consecuencia de ataques perpetrados por las fuerzas del régimen que preside Bashar al Assad en Raqqa, Idlib, Homs y Damasco, según han denunciado los Comités de Coordinación Local.
Cientos de zonas del país se encuentran destruidas por los enfrentamientos
La mayoría de los fallecidos han perdido la vida por un bombardeo de las fuerzas gubernamentales contra una granja de la localidad de Qahtaniya, en la provincia de Raqqa. Además, han fallecido nueve personas en Idlib, de las cuales cinco eran miembros de una misma familia, otras seis en Homs y dos en barrios periféricos de Damasco.
Los Comités de Coordinación Local han indicado que la jornada del martes acabó con 171 muertos, incluidos ocho niños y siete mujeres. Del total de fallecidos, 61 perdieron la vida en Damasco y alrededores, incluidos 17 ejecutados, 30 perecieron en Deir el Zor, 18 en Hama, 13 en Deraa, 17 en Alepo, 14 en Homs, cinco en Qunaitra, tres en Raqqa y uno en Swaida y otro en Latakia.
Las fuerzas gubernamentales bombardearon el martes 270 zonas del país. La mayoría de los bombardeos, 127 fueron obra de la Artillería del Ejército y la aviación empleó bombas de racimo en la localidad de Mork, en Hama, según el balance de los Comités.
Asimismo, el jefe de la Policía militar siria ha desertado de las filas del Ejército y ha prestado obediencia a los rebeldes que luchan contra el presidente del país, Bashar al Assad, según un vídeo y una fuente de seguridad.
"Soy el general Abdelaziz Jassim al Shalal, jefe de la Policía militar. He desertado por la desviación del Ejército de su primera obligación de proteger al país y su transformación en bandas de asesinos y destrucción", ha afirmado el oficial en un vídeo publicado en YouTube.
Una fuente de seguridad siria ha confirmado la deserción pero ha minimizado su significado, afirmando que estaba previsto que Shalal se retirara y que éste ha desertado para "jugar a ser un héroe".