Cuando todo está preparado al milímetro con cierta organización, es más sencillo que todo salga como ha de salir. Sin embargo, también es más fácil percatarse de pequeños (o grandes) errores que han desvirtuado la planificación inicial. En la víspera delfuneral de Isabel II, la campana del Big Ben tenía previsto sonar a las 20:00 (21:00, hora peninsular española) para marcar el comienzo del denominado momento de reflexión nacional. Con miles de personas con la vista puesta en la famosa Torre del Reloj londinense, llegó el momento y la campana nunca sonó. Estaba previsto que sonara un tañido a en punto y, una vez terminado el minuto de silencio, otro más.

Según fuentes del propio Parlamento, antes de que finalizara la vigilia se había empleado un mecanismo silenciador para minimizar el impacto del sonido de las campanadas y crear un tono más silencioso, más solemne, acorde a la ocasión. Sin embargo, el sonido fue nulo. ¿Qué fue lo que ocurrió? "Estamos investigando esto con urgencia, pero confiamos en que no vuelva a ocurrir para el tañido de mañana durante la procesión fúnebre estatal", aseguraron fuentes del Parlamento a diferentes medios británicos. Después del incidente, se afirmó que se trataba de un "problema técnico", aunque nunca se llegó a especificar qué es lo que había ocurrido. "Hemos identificado un problema técnico menor que ahora se ha resuelto", han señalado fuentes a varios medios.

No obstante, el fallo de la campana del Big Ben provocó cierto temor ante lo que podría llegar a ocurrir el día del funeral de Estado de la monarca: está previsto que la campana del reloj suene este lunes en intervalos de un minuto una vez que el corteo fúnebre abandone el servicio religioso, en torno a las 12:00 (13:00, horario peninsular español), que se habrá celebrado en la abadía de Westminster.

Una vez solventado el problema, las autoridades volvieron a probar la campana y, según publica el diario británico 'Standard', funciona con normalidad y se confía "en que no afectará al tañido del funeral de Estado". La gran campana, que sonará 96 veces —por los 96 años de la reina—, se encuentra ubicada en la torre Elizabeth (Isabel); la torre lleva el nombre de la reina desde el Jubileo de Diamante en 2012, cuando se celebraron los 60 años de reinado de la monarca. Hasta el pasado mes de abril, la torre estuvo sometida a un proceso de restauración que ha durado cinco años, con un gasto de 80 millones de libras.