La Asociación Brasileña de Prensa (ABI) presentará una demanda ante la Corte Suprema contra el presidente Jair Bolsonaro, a quien acusa de "poner en peligro" la vida de los periodistas que cubrieron el anuncio de su positivo por coronavirus.

"A pesar de saber que estaba infectado con COVID-19, el presidente Jair Bolsonaro continúa actuando de forma criminal y poniendo en peligro la vida de otras personas", dijo el presidente de la ABI, Paulo Jerónimo de Sousa, que denuncia que el mandatario "rompió el aislamiento recomendado por los médicos" y "recibió a periodistas de medios que considera afines" para "informarles personalmente".

Bolsonaro, de 65 años y uno de los líderes más escépticos sobre la enfermedad, compareció con una mascarilla blanca y sin respetar la distancia de seguridad con los periodistas, quienes durante la comparecencia sostuvieron sus micrófonos cerca de la boca del gobernante.

 

Además, casi al final de su intervención, Bolsonaro dio unos pasos atrás y se quitó la mascarilla a fin de pronunciar unas últimas palabras. Y todo esto en una jornada en la que Brasil registró 1.254 nuevas muertes por COVID-19, uno de los días más mortíferos de la pandemia en el país.

Para la ABI, la actitud del presidente infringió el artículo 131 del Código Penal brasileño que castiga por "transmitir a otros una enfermedad grave de la que se está infectado" o "un acto capaz de producir el contagio", bajo pena de uno a cuatro años de cárcel y multa.

Pero no es la única demanda a la que podría enfrentarse el presidente brasileño. El diputado federal por el Partido Socialismo y Libertad, Marcelo Freixo, también anunció que se está preparando una demanda ante la Fiscalía contra Bolsonaro por un delito contra la salud pública. "El presidente ya sabía que estaba contagiado cuando se quitó la mascarilla durante la entrevista, poniendo deliberadamente la vida de los demás en peligro", ha señalado Freixo en Twitter.

 

Bolsonaro confirmó que está contagiado tras presentar algunos síntomas, como fiebre y dolores musculares. No obstante, señaló que se encuentra "perfectamente bien" e informó de que se está tratando con cloroquina. Durante la crisis, el presidente calificó el COVID-19 de "gripecita", acudió a manifestaciones y paseó varias veces por Brasi, provocando aglomeraciones, porque, según dice, su deber es "estar con el pueblo".