Elon Musk a veces va como un cohete, aunque este jueves le explotó en la cara. Y es que cuatro minutos después de lanzar su primer cohete espacial, este estalló, y le dejó sin saber dónde mirar, y con buena parte de la prensa hablando de "fracaso". "Podríamos decir que ha sido un fracaso porque la misión no ha ido según lo planificado", señala una presentadora, mientras que otro periodista apunta en la misma línea que "obviamente tienen trabajo, por lo que en ese sentido fue un fracaso".

El cohete no alcanzó todos sus objetivos. Sin embargo, en la empresa de Musk aplauden y hablan de "éxito". "Starship nos ha dado otro final espectacular", defendió un portavoz de la empresa. ¿También les parece un éxito la explosión? La empresa dice que sí lo fue, aunque no lo llama explosión, sino "un rápido desmontaje no programado". Para 'The New York Times', esta expresión es de "niveles cósmicos de eufemismo", y provoca la mofa también en los platós estadounidenses.

El jueves negro de Musk lo provocó también su empresa de coches eléctricos, Tesla, que cayó en bolsa casi un 10%. Allí, los beneficios no han sido los esperados por tercer trimestre consecutivo. En este sentido, David García, portavoz de 'quecochemecompro.com', subraya que "han metido una bajada de precios salvaje, y el mercado lo ha interpretado como un error".

Todo esto ha tenido un efecto directo en su fortuna personal, que se ha reducido en 12.600 millones de dólares en un solo día. Pese a esto, habla en Twitter de "un gran día en muchos sentidos". De esta forma, parece que solo ve el lado bueno. Y es que con 164.000 millones todavía en el bolsillo, seguro que todo es más llevadero.