El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha iniciado con el presidente del Consejo europeo, Donald Tusk, su agenda de contactos previos a la cumbre europea en la que los jefes de Estado y de Gobierno de la UE aspiran a cerrar un acuerdo sobre el reparto de los altos cargos de las instituciones comunitarias.

Sánchez y el primer ministro portugués, Antonio Costa, son los elegidos por sus socios en el Partido Socialista Europeo (PES) como sus negociadores para defender los intereses de la familia socialdemócrata en la nueva jerarquía, para la que Tusk ha sido encargado de diseñar un reparto que respete varios equilibrios --de género, ideológico y geográfico--.

Por ello, está también previsto que Sánchez y Costa participen en una nueva 'minicumbre' de los negociadores de las tres principales fuerzas políticas europeas, junto a los primeros ministros liberales Mark Rutte (Países Bajos) y Charles Michel (Bélgica) y los elegidos por el Partido Popular Europeo (PPE), el primer ministro letón, Arturs Karins, y el croata, Andrej Plenkovic.

Poco antes del arranque formal de la cumbre, el presidente español también se verá en un encuentro a tres con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y con la canciller alemana, Angela Merkel.

Merkel, principal valedora del candidato del PPE a presidir la Comisión Europea, Manfred Weber, ha vuelto a defender en las últimas horas el modelo de 'Spitzenkandidaten' por el que el elegido debe ser uno de los cabeza de lista a las europeas de mayo, aunque no lo ha limitado al candidato alemán y ha incluido al aspirante de los socialistas, el holandés Frans Timmermans.

En cualquier caso, el reto en estas negociaciones es designar a las personas que ocuparán durante los próximos años las presidencias de la Comisión Europea, del Consejo europeo y del Banco Central Europeo (BCE), así como la Alta Representación de Política Exterior.

La configuración de este paquete marcará además la decisión sobre el futuro presidente del Parlamento Europeo. La Eurocámara, además, tiene poder para tumbar al candidato a dirigir el Ejecutivo comunitario, por lo que las negociaciones buscan también satisfacer sus condiciones.