En un vuelo con destino a Panamá, un pasajero gritó de repente que tenía una bomba y que la haría explotar. Suerte que los agentes que viajaban en el pasaje le redujeron al instante. El avión tuvo que regresar a Toronto, y después de registrar la aeronave, la policía no encontró explosivo alguno. Pudo volver a despegar.
Un pasajero amenaza a la tripulación con hacer estallar una bomba: “Voy a volar Canadá”